La gran mayoría de los prisioneros que se encontraban en la base de Guantánamo (Cuba) en enero de 2009 eran «combatientes rasos» antes de ser capturados, mientras que sólo un 10 por cierto tuvo algún papel destacado en «conjuras contra Estados Unidos», según señala un informe oficial.
Otro 20 por ciento desempeñó «algún papel relevante en Al Qaeda o grupos afines», afirma el informe, terminado en enero pasado y cuyas conclusiones aparecen publicadas en «The Washington Post».
El informe recomendó que 48 de los reclusos que aún permanecían entre rejas en la base estadounidense en Guantánamo en enero pasado siguiesen encarcelados indefinidamente.
Otros 126 prisioneros deberían ser repatriados o enviados a algún tercer país, y 36 deberían ser juzgados ante tribunales federales o marciales, indica el informe, que no hace recomendación alguna sobre los reclusos restantes.
La administración del presidente de EEUU, Barack Obama, encargó el informe para apoyar su propuesta al Congreso para el cierre del penal de Guantánamo, explica «The Washington Post».
Su entrega a las comisiones correspondientes del Senado y de la cámara de representantes se aplazó tras el intento de detonar una bomba a bordo de un vuelo que se dirigía a la ciudad estadounidense de Detroit la pasada Navidad, señala el diario, ya que la alarma social generada por el incidente hizo inoportuna la apertura de un debate sobre el cierre de la prisión de Guantánamo.
«The Washington Post» dice también que Obama tendrá que superar la resistencia de muchos senadores y representantes si espera la aprobación de su plan para la compra de un penal en el estado de Illinois que albergue a los 181 prisioneros que aún quedan en Guantánamo, para permitir así el cierre definitivo de esta instalación, muy criticada a nivel internacional.
Los presos de Guantánamo eran combatientes rasos
Efe | Washington |