Al menos cuatro personas resultaron muertas ayer en Lorrach (suroeste de Alemania), dos de ellas en la explosión de una vivienda y las otras dos en un tiroteo posterior provocado por una mujer en el hospital católico de Santa Elisabeth de dicha ciudad alemana.
Según fuentes policiales, los muertos en el edificio de viviendas son una mujer y un niño, mientras que las víctimas mortales del tiroteo en el hospital son la presunta agresora, que fue abatida por la policía, y un enfermero.
De acuerdo con las primeras informaciones, la mujer irrumpió sobre las 16.00 GMT en el recinto del hospital procedente de un edificio de viviendas vecino donde se habría producido poco antes la explosión, seguida de un incendio.
La asaltante iba armada con una pistola automática y abrió fuego a discreción.
Un policía que se encontraba en el centro, al parecer por motivos privados, resultó herido de bala en una rodilla y su situación es crítica, mientras que otra persona, sobre la que no se han dado a conocer detalles, quedó asimismo herida de gravedad.
La policía recibió la primera llamada de aviso del hospital sobre las 16.15 GMT y se personó en el lugar con un abultado dispositivo, que acordonó la zona.
La asaltante, cuya identidad y presuntos móviles se desconocen, abrió fuego contra los agentes, que respondieron a la agresión, y murió abatida a disparos por la policía.
Poco después, controlado el incendio en el vecino edificio de viviendas, la policía halló en su interior los cadáveres de otra mujer y de un niño.
La situación se encuentra mientras tanto bajo control, según fuentes policiales, aunque se mantiene la zona precintada a la espera de que se esclarezcan las circunstancias de lo ocurrido.
El hospital de Santa Elisabeth está especializado en ginecología, pediatría y maternidad y tiene asimismo una unidad de psiquiatría infantil y juvenil.