El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, puso ayer en Libia el broche final a una gira de apoyo a las revoluciones árabes asegurando que «el tiempo de los regímenes dictatoriales ha terminado».
Erdogan pronunció estas palabras ante unas dos mil personas en la antigua plaza Verde de Trípoli, lugar insignia del coronel Muamar el Gadafi, y que los rebeldes han rebautizado con el nombre de la plaza de los Mártires.
Erdogán, aseguró que «esta noche (por ayer) o hoy» su país enviará ayuda humanitaria a las ciudades todavía controladas por las tropas gadafistas.
«En Sebha (suroeste) y Bani Walid (noroeste) diez mil personas tienen problemas de comida y agua por la situación», dijo Erdogan en referencia a los combates que se desarrollan en esas localidades libias. En una comparecencia conjunta con el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), Mustafa Abdulyalil, que calificó a Erdogan no como un huésped sino como un hermano musulmán, el primer ministro turco instó a los habitantes de las ciudades a unirse a la revolución.
Aviso al régimen sirio
«Quien envía tanques contra su pueblo no puede gobernar ese pueblo», dijo posteriormente a los periodistas Erdogan refiriéndose al máximo dignatario de Damasco, Bachar al Asad, sobre quien aseguró que «tendrá que rendir cuentas».
«Los libios han demostrado a todo el mundo» lo que les espera a los que «ejercen la represión», aseguró citando expresamente al régimen del presidente de Siria, Bashar al Assad.
«Vosotros sois los que habéis demostrado a todo el mundo que ningún Gobierno puede mantenerse mediante la fuerza y contra la voluntad del pueblo», declaró ante una multitud de ciudadanos sirios concentrados en Trípoli, muchos de los cuales coreaban «`Turquía, Turquía!».
«Que no se olvide: los que ejercen la represión en Siria contra el pueblo no podrán mantenerse en pie porque la opresión y la prosperidad no son compatibles entre sí», ha aseverado durante la visita que lleva a cabo en Libia en el marco de su gira por el norte de Africa.
Erdogan se dirigió a la población de Sirte, un bastión de Gadafi que está siendo atacado por las fuerzas del CNT: «Desde aquí le digo a Sirte: venid ya, unos 10.000 hermanos y hermanas están hambrientos y sedientos, abrazad a vuestros hermanos de Trípoli. Unámonos».