El actual primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, será candidato a la presidencia y el actual jefe de Estado, Dmitri Medvédev, aspirará a la jefatura del Gobierno en las elecciones presidenciales de 2012.
Este «enroque» en el Kremlin fue anunciado ayer por el «tándem gobernante» en el congreso de Rusia Unida, el partido que preside Vladímir Putin.
«Considero que sería correcto que el congreso apoye la candidatura del presidente del partido, Vladímir Putin, para la presidencia» de Rusia, dijo Medvédev ante los delegados del congreso del partido gobernante.
Sus palabras fueron acogidas al estilo de los congresos comunistas de la época soviética: los delegados en pleno se pusieron de pie, se volvieron hacia Putin y le homenajearon con entusiastas ovaciones.
«Para mí es un enorme honor», declaró el líder ruso, tras agradecer el apoyo del congreso de Rusia Unida.
Poco antes Putin declaró que Medvédev y él tienen «claro desde hace tiempo quién y qué hará tras las elecciones».
«Quiero decir con toda claridad que hace tiempo que hemos conseguido el acuerdo sobre qué hacer y a qué dedicarnos en el futuro», añadió.
Oposición
Por su parte, los partidos y movimientos opositores rusos criticaron ayer la designación de Putin. Incluso el líder del hasta ahora oficialista de Rusia Justa, Serguéi Mirónov, hasta hace poco presidente del Senado y oficialmente 'número tres' en el Estado ruso, dijo que su partido no apoyará la candidatura de Putin a la presidencia.
Mirónov afirmó que «la gente está harta de mentiras y vanas promesas, de la prepotencia, la falta de profesionalismo y corrupción de la burocracia. En el país nada marcha como es debido».