La OTAN ha asegurado hoy que sus comandantes desconocían que el ex líder libio Muamar al Gadafi viajaba en el convoy que sus aviones bombardearon mientras huía de la ciudad de Sirte, una operación que terminó por permitir a las fuerzas rebeldes la captura del dictador.
En un comunicado, la Alianza ha tratado, tras llevar a cabo un análisis de los hechos, aclarar su participación en los acontecimientos que finalizaron ayer con la muerte de Gadafi.
Según ha explicado, alrededor de las 8:30 GMT (hora local) aviones de la OTAN divisaron un grupo de unos 75 vehículos armados que «abandonaba Sirte a gran velocidad y trataba de abrirse camino en las afueras de la ciudad».
«Estos vehículos transportaban una cantidad sustancial de armas y munición que planteaba una amenaza significativa para la población civil local», ha indicado la organización.
Los aviones aliados lanzaron un primer ataque, que resultó en la destrucción de un vehículo y en la ruptura del convoy, e hizo que muchas de sus unidades se dispersasen y cambiasen de dirección.
Entre ellos, un grupo de aproximadamente 20 vehículos «continuó a gran velocidad en dirección sur» y seguía «planteando una amenaza significativa», por lo que otra unidad aérea de la OTAN los atacó.
El análisis posterior, según la Alianza, ha revelado que unos 10 vehículos gadafistas resultaron destruidos o dañados por esos disparos.
«En el momento del ataque, la OTAN no sabía que Gadafi estaba en el convoy», explica el comunicado, que subraya que la intervención se llevó a cabo «únicamente para reducir la amenaza contra la población civil, tal y como se requiere hacer bajo el mandato de la ONU».
La Alianza ha subrayado además, que como ha hecho durante todo el conflicto, no dirige ninguno de sus ataques contra individuos en concreto.
«Después supimos de distintas fuentes y de la inteligencia aliada que Gadafi estaba en el convoy y que el ataque probablemente contribuyó a su captura», señala la nota.
La ONU pide una investigación
La ONU expresó hoy la necesidad de investigar las circunstancias de la muerte este jueves del ex líder libio, Muamar el Gadafi, tras la difusión de unas imágenes de su captura en las que aparece todavía con vida.
«Que debería haber algún tipo de investigación, dado lo que vimos ayer, creo que es muy esencial», dijo en rueda de prensa el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.
El portavoz indicó que «las circunstancias que rodean la muerte (de Gadafi) son todavía muy poco claras, ya que hay cuatro o cinco versiones distintas acerca de cómo murió».
«Son necesarios más detalles para poder asegurar con certeza si murió en algún tipo de enfrentamiento o si fue ejecutado tras su captura. Vistos de manera conjunta, los dos vídeos tomados con teléfonos móviles que han aparecido, en uno de los cuales (Gadafi) está vivo y en el otro muerto, son muy perturbadores», afirmó.
Colville recordó que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ya designó una comisión de investigación, que desde hace meses indaga en las violaciones de derechos fundamentales cometidas en Libia.
«Imagino que la comisión investigará la muerte de Gadafi, ahora que ha ocurrido, así como a todas las otras denuncias que han aparecido en las semanas recientes», sobre las violaciones de derechos humanos cometidas desde el inicio del conflicto.
Sobre el alcance de esta investigación, nacional o internacional, será algo que decidirá el Consejo de Derechos Humanos, agregó.
Colville hizo un llamamiento «a las nuevas autoridades libias, y a quien pueda ayudar, a que contribuyan a tranquilizar la situación en el país», teniendo en cuenta que «hay demasiada gente que está armada en Libia y que la situación es muy desordenada».
El portavoz agregó que la muerte de Gadafi y la caída de las ciudades que todavía controlaban los fieles al anterior Gobierno «ponen fin a ocho meses de violencia extrema y sufrimiento».
«Comienza una nueva era que debe responder a las aspiraciones del pueblo de democracia y derechos humanos», declaró Colville, que subrayó que para conseguir superar el enfrentamiento civil «es necesario garantizar que se va a hacer justicia a las víctimas».
«Las víctimas tienen derecho a conocer la verdad y a ver que la cultura de la impunidad termina, y ser compensados por lo que les pasó», agregó el portavoz de la ONU.