La Comisión Europea presentó ayer su propuesta de eurobonos y para aplacar resistencias planteó, de forma paralela, reforzar el control sobre los presupuestos nacionales e introducir la posibilidad de forzar el rescate de los países con problemas.
De este modo, los dos planteamientos de regulación avanzados por el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, concitaron más atención que la estricta propuesta de los eurobonos, presentada por el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, para abrir el debate sobre este instrumento financiero.
Los países de la eurozona, según lo adelantado por Rehn, tendrían que entregar su proyecto presupuestario cada mes de octubre a la Comisión, para que determine si se ajusta a los objetivos de déficit (3%) y deuda (60%) establecidos en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, y pida, en su caso, a los Estados que revisen algunos puntos o todo el proyecto.
Con la segunda propuesta, la Comisión podrá pedir al Consejo Europeo que recomiende a un Estado miembro pedir asistencia si su situación financiera tiene «importantes efectos adversos» para la estabilidad financiera del zona euro.
Empujar a los remolones
«Normalmente un Estado miembro quiere evitar un programa (de ayuda) hasta el último momento» y esto ha provocado que «la situación empeore mientras tanto significativamente para el país afectado y el conjunto de la eurozona», señaló.
«La crisis ha demostrado que sin una gobernanza reforzada será difícil, si no imposible, mantener una moneda común», afirmó Barroso al respecto.
«Ciertamente nuestra intención no es ir en contra de nadie y por supuesto no en contra del Estado miembro que es la mayor economía de la zona euro y de la Unión Europea», recalcó.
La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró ayer su reticencia y calificó de «lamentable e inadecuado» que la Comisión Europea haya puesto el tema en el centro de la discusión. «La idea que sigue flotando es que a través de la colectivización de la deuda se pueden superar los problemas estructurales de la Unión Monetaria y eso es precisamente lo que no puede funcionar», dijo durante el debate parlamentario sobre los presupuestos.