Los observadores vaticanos ya han comenzado a señalar a los cardenales con más probabilidades, entre ellos los norteamericanos Marc Ouellet —canadiense, de 69 años, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina y de la Congregación para los Obispos— y Timothy Dolan, de 62 años, arzobispo de Nueva York.
Ouellet conoce a todo los obispos, debido a su cargo, y está considerado un gran conocedor de toda la Iglesia en América, incluida la latinoamericana.
Dolan, por su parte, destacó durante el reciente Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización por su optimismo sobre el futuro de la Iglesia.
Junto a estos dos purpurados sobresalen también los africanos Peter Turkson —de Ghana, con 64 años y encargado del «ministerio» vaticano para la Justicia y Paz— y Robert Sarah, guineano, de 67 años y presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, que se encarga de distribuir la caridad del Papa.
De los africanos se resalta que provienen de iglesias jóvenes y de un continente donde la Iglesia crece y ya está madura.