El Papa Francisco es un jesuita austero, con gran preocupación social y por lo espiritual, que visitaba a los más pobres en las barriadas de Buenos Aires, a donde se dirigía en transporte público, sin chófer ni coche oficial, según el decano y profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas, el también jesuita Gabino Uribarri Bilbao.
Así, Uribarri ha destacado en declaraciones a Europa Press el estilo de vida «sencillo y austero» de Jorge Mario Bergoglio y su enorme preocupación por los desfavorecidos, por los que se enfrentó abiertamente a los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirhner porque no compartía que los grandes números macroeconómicos «vayan bien, pero que las mejoras no llegaran a los de abajo».
Además, ha señalado que, pese a que no le conoce personalmente, le consta que como arzobispo de Buenos Aires estaba siempre «cercano y preocupado» por los sacerdotes de su diócesis, «a quienes no dudaba en visitar cuando enfermaban».
Sobre los retos a los que deberá hacer frente, según Uribarri, el principal de ellos es la evangelización, ante la secularización de Europa, la proliferación de sectas en América latina y el posicionamiento evangelizador en Africa y Asia. Además, ha señalado que tendrá que reparar los daños ocasionados por «algunos escándalos».
A su juicio, el hecho de que se trate del primer Papa no europeo significa que los cardenales «tenían claro que iban a buscar al candidato más adecuado, prescindiendo del origen». «El país era secundario frente al perfil y eso es muy positivo», ha apostillado.
Asimismo, ha calificado de «curioso», el hecho de que sea el primer Pontífice jesuita, una circunstancia que «no se había dado nunca» aunque Uribarri no cree que suponga «ningún problema». En este sentido, ha explicado que es «curioso» porque los jesuitas tienen voto de obediencia al Papa y ahora el Pontífice es uno de los suyos, que conoce la congregación desde dentro.
En todo caso, el decano dice que la comunidad de jesuitas de todo el mundo se pondrán a su disposición y que harán todo lo que puedan por ayudarle en lo que el Papa Francisco requiera de ellos.
Respecto a su relación con los medios de comunicación y las redes sociales, Uribarri ha manifestado que pese a que se trata de un Pontífice muy «austero, no duda de que entiende la gran potencialidad de los medios», al tiempo que confía en que la oficina de prensa del Vaticano le hará ver la importancia de las redes sociales, para que no se pierda el valor de la cuenta de Twitter del Santo Padre.