Una veintena de organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos -desde Human Rights Watch a Greenpeace, pasando por partidarios de la legalización de la marihuana-, presentarán una demanda contra la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, siglas en inglés) por los programas de espionaje y recolección de datos revelados por el exagente de la CIA Edward Snowden.
Esa avalancha de demandas que denuncian que el espionaje llevado a cabo sobre los norteamericanos es inconstitucional está poniendo en peligro la relación trascendental de la NSA con las empresas de telecomunicaciones y las compañías de internet. «Si esas empresas decidieran no participar, por temor a las demandas o temor a perder a sus clientes más jóvenes», dice una fuente cercana a la agencia de espionaje. «La capacidad de maniobra de la NSA se vería seriamente afectada y la Administración tendría que replantearse su programa», concluye.
En Rusia
Mientras, Snowden sigue atrapado en la zona de tránsito de aeropuerto moscovita de Sheremétievo desde hace más de tres semanas, pero podrá entrar en Rusia e incluso desplazarse libremente por el país ya en los próximos días, anunció su asesor legal ruso Anatoli Kucherena. El papel que le abre a las puertas de Rusia al fugitivo de la Justicia estadounidense es el recibí del Servicio Federal de Migración (SFM) de su solicitud de asilo temporal, indicó el letrado a un grupo de periodistas en una reunión celebrada en la sede de la agencia Interfax.
Kucherena, miembro de la Cámara Pública de Rusia, un órgano consultivo adjunto al Kremlin, precisó que el SFM «tiene siete días para emitir el documento», plazo que empezó a contar el martes, cuando presentó la solicitud de asilo.
Ayer el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que las «relaciones entre los Estados son mucho más importantes que sucias rencillas entre servicios secretos», pero reafirmó que Rusia no extraditara a Snowden a Estados Unidos. Al mismo tiempo, el mandatario ruso reiteró que se le ha advertido a Snowden de que para Moscú es «inaceptable toda actividad que perjudique las relaciones ruso-estadounidenses».