La oposición siria criticó la pasividad internacional al denunciar un ataque químico que habría dejado 1.300 muertos en la periferia de Damasco, actitud que sólo se puede interpretar -afirma- como un respaldo al régimen de Bachar al Asad.
Durante una emotiva rueda de prensa celebrada en Estambul, el portavoz de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), George Sabra, denunció que ya no es sólo el régimen de Al Asad el que mata a los civiles sirios, sino «toda la comunidad internacional».
«Nos mata Naciones Unidas, mediante su pasividad; nos mata Estados Unidos, por su falta de apoyo; nos matan los países que se llaman 'libres'; nos matan los países árabes, que deberían ayudarnos», tronó Sabra. El régimen de Damasco ha negado rotundamente el empleo de armas químicas en el distrito de Guta, en la periferia de Damasco, donde se produjo ayer un contundente ataque militar.
Gas sarín
Pero Badr Yamus, secretario general de la Coalición, precisó tras la rueda de prensa que «los médicos presentes en la zona creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas». Admitió no tener demasiados datos, pero señaló que «no es la primera vez que ocurre un crimen de este tipo», y culpó a la comunidad internacional por no investigarlo nunca.
«Ellos saben mucho mejor qué ocurre, pero siempre dejan pasar meses antes de hacer algo. Ahora hay una comisión de Naciones Unidas presente en Damasco, a apenas diez kilómetros del lugar de los hechos. Pedimos que acuda a investigarlo, pero dicen que no pueden salir del hotel sin permiso del régimen», añadió Yamus.