Una imagen del presidente francés, François Hollande, está haciendo furor en las redes sociales gracias, precisamente, a que en teoría nunca debió ser difundida. La fotografía, en la que el político aparece con un gesto poco favorecedor, era propiedad de las agencias AFP y Reuters que enviaron una nota a los medios de comunicación pidiendo que no la difundieran.
La imagen, tomada en un colegio del norte de Francia, iba acompañada de un mensaje en el que se pedía a sus clientes que "eliminen la foto" por "cuestiones editoriales". "Por favor retiren la foto de sus sistemas. Les pedimos disculpas por los inconvenientes causados y muchas gracias por su cooperación", continuaba el mensaje, que agregaba también la frase 'Mandatory Kill', traducible por "Mandato obligatorio".
Como ya ha sucedido en otros casos en los que se ha tratado de evitar la publicación de imágenes poco agraciadas -recordemos el caso de Beyoncé tras su actuación en la Super Bowl -, el efecto ha sido totalmente el contrario, y la foto no ha tardado en difundirse a través de las redes sociales y ser causa de mofa y de diferentes parodias.