Las autoridades policiales en Washington confirmaron hoy la muerte de una mujer implicada en un incidente que empezó frente a la Casa Blanca y terminó minutos después, en medio del pánico y tras una persecución en automóvil, con varios disparos y dos agentes heridos cerca del Capitolio.
Durante una rueda de prensa, la jefa del Departamento de Policía de Washington, Cathy Lanier, confirmó la muerte de la sospechosa, que aparentemente no estaba armada y falleció al ser trasladada a un hospital local.
Lanier consideró que no se trató de un accidente, pero la policía del Capitolio ha descartado de forma preliminar que fuese un acto terrorista.
Según Lanier, hubo disparos en al menos dos lugares cercanos al Capitolio, y el Servicio Secreto y la policía dispararon sus armas en un esfuerzo por detener a la mujer, cuyo coche tenía matrícula del estado de Connecticut.
«Tanto los agentes del Servicio Secreto como los de la policía del Capitolio actuaron con heroísmo para tratar de impedir que la sospechosa irrumpiese en los perímetros de seguridad (en la Casa Blanca y el Capitolio)», dijo Lanier.
Las autoridades encontraron a una niña de aproximadamente un año de edad en el vehículo de la mujer, pero la menor resultó ilesa y permanece bajo protección de las autoridades.
Algunos medios han identificado a la sospechosa como Miriam Carey, una afroamericana de 34 años que trabajaba en una clínica dental en Stamford (Connecticut).
Según la cadena televisiva ABC, la mujer tenía un historial de problemas de salud mental y su jefe, Brian Evans, dijo al diario The Daily News que Carey había sufrido una fuerte lesión en la cabeza a raíz de una caída durante los casi dos años que trabajó para su oficina.
El jefe de la policía del Capitolio, Kim Dine, explicó que la mujer conducía un vehículo negro marca Infiniti, intentó traspasar una barricada frente a un punto de control cerca de la Casa Blanca e hirió a un agente que lleva 23 años con la policía del Capitolio.
Un segundo agente, del Servicio Secreto, también resultó herido pero, según Lanier, ambos se encuentran en buen estado.
Según las autoridades, la mujer hizo caso omiso de las órdenes de los agentes del Servicio Secreto y continuó conduciendo, a veces a una velocidad de hasta 112 kilómetros por hora, en el trayecto entre la Casa Blanca y el Capitolio.
Las imágenes de televisión mostraban cómo, al llegar cerca del Capitolio, la mujer golpeó un vehículo del Servicio Secreto, continuó conduciendo de forma errática y chocó contra una barricada.
Decenas de turistas, empleados del Capitolio e incluso algunos miembros del Senado acudieron, algunos con cámara en mano, para grabar la persecución policial que, junto al cierre parcial del Gobierno, dominó los noticieros vespertinos.
Una asesora demócrata dijo a Efe que «se escucharon varios disparos y había un olor fuerte a pólvora», y las autoridades ordenaron a todo el personal a permanecer dentro de sus oficinas.
«La seguridad alrededor del Capitolio funcionó excepcionalmente bien. Sí tuvimos que cerrar brevemente el Capitolio... estamos investigando el incidente, múltiples agencias policiales, pero parece ser un asunto aislado y sin ningún nexo con el terrorismo», dijo Dine.
El objetivo de la investigación, en la que participan el FBI, el Servicio Secreto, la policía del Capitolio y de la ciudad, es determinar por qué la mujer desobedeció órdenes y suscitó una persecución en la que participó una veintena de vehículos policiales.
El incidente, que ocasionó el cierre temporal de los edificios del complejo del Capitolio, ocurrió alrededor de las 18.20 GMT cuando el Congreso aún estaba en sesiones y en medio de agrias disputas presupuestarias que han causado el primer cierre parcial del Gobierno en 17 años.
También se produjo poco más de dos semanas después del tiroteo ocurrido el 16 de septiembre en unas instalaciones de la Marina en Washington, en el que murieron trece personas, entre ellas el presunto autor de los disparos.