Un grupo de manifestantes se ha enfrentado este sábado a la policía italiana después de que decenas de miles de personas marcharan por Roma en protesta por el elevado desempleo, los recortes del Gobierno y enormes proyectos de construcción que han restado fondos para los servicios sociales.
Manifestantes encapuchados vaciaron contenedores de basura frente al Ministerio de Economía y les prendieron fuego, por lo que la policía anti disturbios los persiguió por varias calles. Otros manifestantes lanzaron bombas de humo, huevos y botellas contra el ministerio y rompieron las ventanas de un banco situado en las cercanías antes de ser arrestados.
La protesta se produce en momentos en que el primer ministro Franco Letta intenta mantener en pie a su frágil Gobierno de coalición mientras busca sacar Italia de su peor recesión en tiempos de la postguerra.
El presupuesto de Letta para el 2014, revelado el martes, se ha convertido en el centro del malestar social y los sindicatos se han quejado por los congelamientos a los salarios del sector público. El desempleo juvenil en el país está en un máximo histórico de 40,1 por ciento.
Los organizadores dijeron que al menos 70.000 personas se sumaron a la marcha que comenzó en la Piazza San Giovanni, en la parte sur de la capital italiana, y que llegó hasta el centro mayormerte desierto.
Numerosas tiendas en la ruta de la manifestación fueron cerradas como medida de precaución por temor a que se produjeran disturbios, de manera similar a lo ocurrido hace dos años cuando varias personas resultaron heridas.
Los manifestantes, mayormente jóvenes, desplegaron carteles para reclamar contra el desempleo, la falta de viviendas asequibles y por un proyecto ferroviario de alta velocidad que conectaría el país con Francia.
Quienes se oponen al proyecto dicen que además de las preocupaciones ambientales, el dinero gastado para fabricar una línea de trenes de alta velocidad debería ser usado en ayudar a los más pobres y desempleados.