El Gobierno de Ucrania, encabezado por el primer ministro Nikolái Azárov, superó una moción de censura promovida por la oposición, que continúa su campaña de protestas callejeras tras la renuncia a un acuerdo de asociación con la Unión Europea y la represión de las manifestaciones populares.
La moción presentada por tres grupos parlamentarios opositores -Batkivschina (Patria), UDAR (Golpe) y Svoboda (Libertad)- obtuvo el respaldo de sólo 186 legisladores, cuando para su aprobación en la Rada Suprema (Parlamento) se necesitaban 226 votos.
En su intervención ante los diputados, Azárov defendió la gestión del Gobierno y exigió a la oposición que ponga fin al bloqueo de la sede del Ejecutivo. «Ustedes responderán sin falta por todo esto», amenazó Azárov dirigiéndose a los diputados opositores.
Venderse a Rusia
Refutó las acusaciones de la oposición de que el Gobierno, al renunciar temporalmente al acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE), ha vendido Ucrania a Rusia.
Azarov, ha asegurado este martes que está dispuesto al «diálogo» con la oposición pero ha puesto como «condición» que antes de ello se ponga fin al bloqueo de varios edificios oficiales, incluida la sede del Gobierno, que llevan a cabo desde hace días manifestantes antigubernamentales. La oposición ucraniana, que se ha adueñado de las calles de Kiev desde hace diez días para vengar su «sueño roto» de acercarse a la UE, libra ya una batalla preelectoral buscando el adelanto de las elecciones presidenciales de 2015.
Las protestas populares comenzaron el pasado 21 de noviembre, cuando el presidente Víktor Yanukóvich echó un jarro de agua fría a los europeístas al anunciar que Ucrania no firmaría un Acuerdo de Asociación con la UE, negociado durante años y que supondría un paso de gigante hacia la futura integración, pero suponía alejarse de Rusia, según entiende el Kremlin.