Continúa el pulso de los Hermanos Musulmanes con las autoridades egipcias en el segundo día de la «semana de la ira», en el que las manifestaciones en la universidad cairota de Al Azhar causaron al menos un muerto y cuatro heridos, dijo a Efe una fuente de seguridad.
El fallecido se llama Jaled el Hadad, según el portavoz del grupo «Estudiantes contra el golpe», Mahmud al Ashari, que añade que uno de los heridos, Tamim Mahmud, se encuentra en estado grave en el hospital de Heliópolis, en el noreste de El Cairo, con un disparo en la cabeza.
En este segundo día de protestas, de los siete convocados por los Hermanos Musulmanes en su «semana de la ira», la cofradía quiso mostrar su rechazo ante su reciente designación como «grupo terrorista» por parte del Gobierno egipcio.
La violencia sigue siendo el ingrediente común a estas protestas y a las que llevan meses convocándose por parte de la Hermandad, sobre todo después de que el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, fuera depuesto por un golpe de Estado militar el pasado 3 de julio.
Desde entonces, los Hermanos Musulmanes no han aceptado la hoja de ruta propuesta por el gobierno interino, que incluye un referéndum constitucional previsto para los próximos 14 y 15 de enero y unas elecciones legislativas y presidenciales en los seis meses posteriores.
Los estudiantes islamistas, que el Ministerio del Interior ha calificado de «terroristas» por su pertenencia al grupo de los Hermanos Musulmanes, han intensificado recientemente sus protestas en las universidades, sobre todo, en la cairota Al Azhar, el centro de estudios más importante del islam suní.
En los incidentes de hoy, según ha informado el Ministerio del Interior, los estudiantes prendieron fuego en las facultades de Comercio y Agricultura, aunque los incendios fueron rápidamente controlados por los bomberos.
Los enfrentamientos entre estudiantes y las fuerzas de seguridad se saldaron con al menos 101 detenidos, a los que se les incautaron bengalas, cócteles molotov y cadenas, entre otros objetos, según la misma fuente.
En la jornada de hoy estaba previsto que comenzase el periodo de exámenes en la universidad y, aunque el Ministerio del Interior afirma que todos se desarrollaron con normalidad, fuentes del centro universitario declararon a la agencia oficial de noticias, Mena, que algunos controles se aplazaron debido a los incidentes.
El balance de estos dos días de «ira» es, de momento, de seis muertos, más de 50 heridos y 366 detenidos, aunque la cifra de víctimas puede aumentar debido a la gravedad de las heridas de algunos manifestantes.
Mañana, domingo, está previsto que continúen las protestas de esta «semana de la ira», que fue convocada por la Coalición para la Defensa de la Legitimidad, que engloba a los Hermanos Musulmanes y otros grupos afines.
Esta iniciativa responde a «las agresiones contra las mujeres manifestantes y los detenidos islamistas, así como a la congelación de las asociaciones vinculadas con la cofradía», según la propia coalición.
Está previsto que las fuerzas de seguridad sigan reprimiendo las manifestaciones islamistas de forma violenta, ya que se trata de protestas no autorizadas, prohibidas por una ley recientemente aprobada, y por ser convocadas por un «grupo terrorista», tal y como el Ejecutivo egipcio designó hace tres días a los Hermanos Musulmanes.
Esta decisión gubernamental criminaliza la pertenencia a este grupo o la participación en sus protestas.
Además, ofrece la justificación jurídica a las autoridades para congelar las actividades de más de 1.000 asociaciones de caridad por su supuesta vinculación con la Hermandad.
Quedan cinco días para que esta «semana de la ira» vea su fin, aunque no parece que el pulso entre Hermanos Musulmanes y las autoridades egipcias acabe ahí.
Entonces faltarán poco más de diez días para que se celebre el referéndum para la reforma de la Constitución, previsto para el 14 y 15 de enero.
La renovada Carta Magna, que rebaja el corte islamista de la anterior, sustituirá, en caso del más que probable triunfo del «sí», a la que fue aprobada bajo el mandato de Mursi.
Después del referéndum, deberán convocarse, en un plazo de seis meses, elecciones legislativas y presidenciales, sin conocer aún cuál de los dos comicios tendrá lugar primero.