El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció hoy que, como parte de las reformas de las prácticas de espionaje que lleva a cabo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), no se espiará a gobernantes de países aliados.
En una intervención en el Departamento de Justicia, Obama prometió más garantías para los ciudadanos de países extranjeros y que no se espiará a los jefes de Estado o gobierno aliados, como denunciaron la canciller alemana, Ángela Merkel, y la presidente brasileña, Dilma Rousseff.
«He dejado claro a nuestra comunidad de inteligencia que, a no ser que haya un importante motivo de seguridad nacional, no se vigilarán las comunicaciones de jefes de estado y gobierno amigos y aliados cercanos», afirmó el presidente estadounidense.
«Si quiero saber lo que piensan nuestros aliados, los llamaré por teléfono y les preguntaré, en lugar de vigilarlos», apuntó.
El presidente estadounidense dejó claro, no obstante, que los servicios de espionaje de EE.UU. seguirán recopilando información sobre los gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones.
«No nos vamos a disculpar simplemente porque nuestros servicios de inteligencia son más efectivos», agregó.
En todo caso, añadió, los teléfonos de los dirigentes aliados más cercanos, de cuya confianza también depende la seguridad de EE.UU., no serán interceptados.
«Estados Unidos no espía a personas normales»
Obama dijo que, como parte de estas reformas, se aumentará la cooperación y coordinación con las agencias de inteligencias de países aliados, con el objetivo de reconstruir la confianza rota.
«Lo importante es que la gente en todo el mundo, independientemente de su nacionalidad, tenga claro que Estados Unidos no espía a personas normales que no son una amenaza para nuestra seguridad nacional y que nos tomamos en serio las preocupaciones sobre la privacidad», añadió Obama.
El presidente propuso hoy más protección para los ciudadanos extranjeros, especialmente en países aliados, pese a que no son requeridas por la Constitución estadounidense.
En concreto, el presidente anunció «protección adicional para actividades que permiten interceptar comunicaciones en objetivos en el extranjero que tienen información de interés para la seguridad nacional».
«He escuchado a socios extranjeros, defensores de la privacidad y líderes de la industria. Mi administración ha pasado horas incontables considerando cómo abordar la inteligencia en esta era de amenazas difusas y revolución tecnológica», aseveró.
Obama precisó que pondrán en marcha restricciones a la capacidad de almacenar y vigilar comunicaciones entre estadounidenses y ciudadanos extranjeros que hayan sido captadas de manera accidental en internet.