El Papa Francisco y el Papa emérito Benedicto XVI han estado juntos durante la celebración en la Basílica de San Pedro de una ceremonia en el que se han creado 19 nuevos cardenales. Esta es la primera vez en la Historia que coinciden los dos Papas en un acto público en El Vaticano.
La presencia de Benedicto XVI no estaba prevista hoy y se ha producido una semana antes de que se cumpla un año desde que se hizo efectiva la renuncia del ahora Papa emérito. Antes del inicio del acto, Benedicto XVI ha entrado en la Basílica y se ha sentado frente al lugar donde se situaría Francisco más tarde.
A su llegada, el Papa se ha apartado de la procesión hacia el altar para saludar con un emocionado abrazo a Benedicto XVI. Posteriormente, Ratzinger ha seguido la celebración desde su asiento, sonriendo en ocasiones y acompañando las oraciones de los presentes.
A pesar de que esta es la primera vez que coinciden en un acto público,
Benedicto XVI y Francisco han mantenido diversos encuentro en privado a lo largo del último año. Además, el Papa ya invitó al Papa emérito a participar en un acto público, con la presentación de la escultura de San Miguel en los Jardines Vaticanos el pasado mes de julio.
En cualquier caso, Benedicto XVI y Francisco podrían volver a coincidir en un breve periodo de tiempo. El próximo 28 de abril tendrá lugar la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII y el Vaticano, a través de su portavoz Federico Lombardi, ya explicó que no hay razones para confirmar ni excluir la presencia del Papa emérito, dejando en manos del propio Ratzinger la decisión de acudir.
Anuncio de su renuncia
Esta reaparición pública de Benedicto XVI prácticamente coincide con el primer año desde su renuncia. El 11 de febrero del año pasado el Pontífice se encontraba celebrando el consistorio para la canonización de los mártires de Otranto y eligió ese lugar y ese momento para hacer un anuncio histórico en latín. Ente los pocos periodistas que cubrían el evento, una periodista de la Agencia ANSA entendió las palabras del Papa y las difundió.
Poco minutos después de que los medios de todo el mundo comenzaran a anunciar la renuncia de Benedicto XVI, el Vaticano lo confirmaba y anunciaba además que la renuncia se haría efectiva el 28 de febrero, momento a partir del cual, comenzaría la Sede Vacante hasta la celebración del Cónclave.
Ese mismo día, Benedicto XVI abandonó el Vaticano en helicóptero con destino a Castel Gandolfo. Desde el balcón de la residencia de verano de los Pontífices, el que había sido Papa durante ocho años, se dirigió a las personas congregadas en la Plaza para decirles: «Soy simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra».
En Castel Gandolfo vivió durante dos meses, mientras se realizaban las adaptaciones oportunas en la que iba a ser la nueva residencia del ya Papa emérito, en el antiguo monasterio 'Mater Eclesiae'. No obstante, durante esos 62 días, no estuvo solo. De hecho, las primeras imágenes 'robadas' del Pontífice lo mostraban paseando por los jardines junto a su secretario personal, Georg Gänswein.
Visitas de Francisco
Además recibió alguna visita como la de su sucesor, Francisco, que se trasladó hasta Castel Gandolfo el 23 de marzo. Ese día, las primeras imágenes de ambos Papas juntos abrazándose delante del helicóptero y rezando en la capilla arrodillados en el mismo banco, dieron la vuelta al mundo.
Poco más de un mes después, Benedicto XVI regresó al Vaticano donde le esperaba Francisco para darle la bienvenida. A partir de entonces, Benedicto XVI comenzó una nueva vida en el monasterio 'Mater Ecclesiae' junto a las cuatro 'memores Domini' (Rossella, Loredana, Carmela y Cristina), las laicas consagradas de Comunión y Liberación que le asisten desde entonces, y el prefecto de la Casa Pontificia y secretario particular del Papa emérito, Georg Gänswein.