El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó ayer las presiones internacionales y aseguró que su país seguirá adelante e incluso intensificará la ofensiva militar contra la Franja de Gaza.
En un comunicado oficial, el líder derechista reveló que durante los cuatro días que lleva en marcha la operación bélica el Ejército israelí ha bombardeado más de un millar de supuestas posiciones islamistas.
Fuentes palestinas aseguran que como consecuencia de estos ataques han muerto más de un centenar de personas, sesenta de ellas civiles y 23 niños, y alrededor de 600 han resultado heridas.
Dura respuesta
«Continuaremos golpeando de manera dura a todos esos que tratan de atacarnos con una acción prudente que proteja nuestro hogar, los ciudadanos de Israel», afirmó.
Netanyahu reveló, asimismo, que en los últimos días ha hablado con varios líderes mundiales, incluido el presidente de los EEUU, Barack Obama; la canciller alemana Angela Merkel; el presidente de Rusia, Vladímir Putin o el primer ministro británico, David Cameron. «Les he dejado a todos claro este punto. A todos ellos les he dicho que ningún país puedan permitir que sus civiles sean atacados sin una dura respuesta», subrayó.
«Ninguna presión internacional puede impedirnos operar con toda la fuerza en contra de una organización terrorista que ha llamado a nuestra destrucción», advirtió.
Netanyahu también se felicitó del alto grado de eficiencia del sistema antimisiles para interceptar los cientos de cohetes lanzados desde Gaza.