La aviación ucraniana ha matado a 500 milicianos separatistas en los bombardeos de las últimas horas a lo largo de un amplio frente cerca de la frontera con Rusia, según ha asegurado el Ejército ucraniano.
«Según la evaluación preliminar, los pilotos ucranianos (...) han matado a unos 500 combatientes y han dañado dos vehículos blindados de transporte de tropas», ha explicado un portavoz de la operación «antiterrorista» ucraniana, Andrii Lisenko, en declaraciones a la prensa. En el bando ucraniano habría cinco militares muertos.
Los objetivos han sido las posiciones desde las que los milicianos dispararon el viernes varios misiles Grad contra una brigada motorizada del Ejército y mataron así a 23 militares. El «epicentro» de los bombardeos ha sido una base de los separatistas cerca de Perevalsk, al norte de Donetsk, donde han sido destruidos dos carros de combate y diez vehículos blindados.
Los aviones ucranianos han realizado un total de 16 misiones bombardeando objetivos como la base de Dzerzhinsk, cerca de Donetsk, una de las más importantes de los insurgentes, según ha explicado Lisenko.
Sin embargo, los separatistas han asegurado en declaraciones a las agencias de noticias rusas que no han sufrido bajas importantes y han señalado que estos ataques se basaban en información de inteligencia obsoleta. «No había voluntarios (milicianos) donde actuó ayer la aviación ucraniana», ha indicado un portavoz de los separatistas de Lugansk.