Los rebeldes prorrusos que controlan el lugar de la provincia ucraniana de Donetsk donde cayó el avión malasio derribado por un misil permitirán los trabajos de rescate e investigación en un radio de 20 kilómetros a la redonda.
Así lo acordó el llamado Grupo de Contacto, formado por representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en una videoconferencia celebrada anoche con los prorrusos desde Kiev, según informó hoy Valentin Nalivaichenko, jefe de los servicios de seguridad ucranianos.
«Las negociaciones a tres bandas terminaron con el acuerdo de que se creará una zona de 20 kilómetros cuadrados para que Ucrania pueda cumplir su tarea humanitaria, recoger los cuerpos y entregarlos a sus familiares», dijo Nalivaichenko, según medios ucranianos.