El religioso español Miguel Pajares que se encuentra aislado en Liberia infectado por el ébola, explicó este martes que se siente «abandonado» en el país africano, por lo que espera ir a España para recibir una atención sanitaria adecuada.
«Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda», afirmó Pajares en declaraciones por teléfono.
Con voz muy débil y entrecortada, el religioso toledano, de 75 años, explicó que tiene fiebre alta desde hace días y que se encuentra «francamente mal. Soy incapaz de levantar cabeza».
Pajares permanece aislado junto a otras religiosas en el hospital San José de Monrovia, cerrado después del fallecimiento de su director a causa del ébola.
«Deseamos que se llegue a alguna solución para que nos lleven a España, aunque sé que es muy complicado porque habría que fletar un avión. Y no es nada fácil», reconoció.
El religioso ha recibido el resultado positivo de las pruebas que se le realizaron este lunes para confirmar si realmente ha sido contagiado por el virus del Ébola.
La hermana Catherine, natural de Togo y que se encuentra en Monrovia junto a Pajares y a las otras religiosas, contó que el hospital en el que se encuentran «está cerrado. No hay enfermos. No hay nadie. Sólo quienes se acercaron al hermano que murió».
«No sabemos qué hacer. No tenemos ayuda del Ministerio» de Sanidad de Liberia», añadió.
Respecto al estado de salud de las otras religiosas aisladas, la organización Juan Ciudad ONGD ha descartado que la hermana Juliana Bohi, de origen guineano y con pasaporte español, presente los síntomas característicos del ébola, tal y como se informó ese lunes, dado que su estado ha mejorado.
Por el contrario, la religiosa congoleña Chantal Pascaline presenta los mismos síntomas que Pajares y también está a la espera de los resultados del test del ébola.
Liberia es uno de los países más afectados por el brote de ébola, con 468 contagios y 255 muertes desde marzo.
Según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud, el brote de ébola en África Occidental ha infectado ya a 1.603 personas, de las cuales 887 han muerto.
El ébola -que se transite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y llega a tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento.