Un bebé británico que nació con una rara enfermedad y vivió apenas 100 minutos se ha convertido en el donante de órganos más joven del Reino Unido.
Los riñones del pequeño, Teddy Houslton, fallecido el 22 de abril del año pasado en Gales, sirvieron para salvar la vida de un paciente con problemas renales en Leeds (norte de Inglaterra).
Cuando se estaba gestando, los médicos informaron a la madre de que el feto tenía una rara enfermedad que impedía el desarrollo del cerebro y el cráneo, pero sus padres decidieron tenerlo a pesar de que no sobreviviría y fallecería al poco de nacer.
Los padres, Evans y Mike Houlston, esperaban gemelos cuando a las doce semanas del embarazo los médicos les notificaron la rara enfermedad que padecía uno de ellos.
A pesar de la noticia, los padres tomaron la difícil decisión de tener al bebé y donar sus riñones y las válvulas cardíacas.
«Vivió y murió como un héroe. Es imposible expresar lo orgullosos que estamos de él», afirmó el padre de la criatura, Mike Houlston.
Los médicos del Hospital Universitario de Gales, de la localidad de Cardiff, llevaron a cabo la cirugía pionera de trasplante de órganos minutos después de que Teddy Houlston falleciera.
Heroicidad
La madre de Teddy, Evans Houlston, afirmó que, aunque su bebé no pudo estar con ellos mucho tiempo y le tuvieron sabiendo que no había esperanza, estaban «increíblemente orgullosos de su heroísmo».
«Esperamos que la historia de Teddy inspire a otras familias en la misma situación ya que saber que parte de tu querido bebé vive en otro niño es reconfortante», agregó la madre.
El médico Paul Murphy, del departamento de Trasplantes de la Sanidad pública británica, destacó que es raro que los bebés sean donantes, por lo que la historia de Teddy es «excepcional».