Una buena parte de los bancos alemanes cuenta con una salida de Grecia del euro que el presidente de la Confederación de Cajas de Ahorro, Georg Fahrenschon, considera incluso «consecuente» tras el «no» de los griegos en el referéndum.
«Con el 'no' el pueblo griego se ha pronunciado en contra de los fundamentos y las reglas de un ámbito monetario común. Consecuentemente, Grecia debería abandonar ahora la eurozona», dijo Fahrenschon en unas declaraciones al periódico económico «Handelsblatt».
La gerente de la Confederación de Bancos Públicos de Alemania (VÖB), Liane Buchholz, en unas declaraciones al mismo periódico, fue menos tajante aunque sostuvo que si no hay una perspectiva de negociaciones, el BCE «tendría que suspender pronto los créditos de emergencia a los bancos griegos».
Eso, según Buchholz, «llevaría a la salida irreversible de Grecia de la Unión Europea».
El Deutsche Bank, el banco más grande de Alemania, ve de momento cerrado el camino hacia nuevas ayudas a Grecia.
«El camino hacia nuevas ayudas a Grecia está cerrado, el Eurogrupo no puede hacer la más mínima concesión al Gobierno de Tsipras si no quiere perder su credibilidad», sostuvo el economista jefe del Deutsche Bank, Nicolas Heinen, en unas declaraciones que recoge el canal regional Ndr.
El segundo banco del país, el Commerzbank, cree que el riesgo de un Grexit ha aumentado considerablemente.
«La semana pasada estimábamos el riesgo de un Grexit en un 25 %. Ahora lo vemos en el 50 %», sostuvo el economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer, en un análisis después del resultado del referéndum.
«Tras el 'no' de los griegos no hay fundamento para un nuevo programa de ayuda. La pérdida de liquidez de los bancos y las arcas públicas vacías terminarán llevando al gobierno a introducir una moneda propia», agregó.
Para Krämer, un Grexit sería el mal menor frente a un escenario en el que Atenas siguiera recibiendo ayudas sin comprometerse a realizar reformas.
Propuestas y negociación
Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, afirmó que la renuncia de Varufakis supone un alivio para el diálogo.
Según apuntó, hubo hasta 18 generosas ofertas sobre la mesa y Grecia ha respondido «no» a las propuestas con una amplia mayoría.
«El gobierno ha visto fortalecido su respaldo en casa, pero a nivel europeo probablemente no», señaló el presidente del PE, quien agregó que Atenas «deberá presentar ahora propuestas que sean convincentes para el resto».