El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha hecho este jueves un llamamiento para conseguir un mundo sin armas nucleares y ha proclamado que Japón «hará más esfuerzos» para alcanzar ese objetivo, cuando se cumplen 70 años del lanzamiento de la primera bomba nuclear en la localidad nipopona de Hiroshima.
En la ceremonia conmemorativa celebrada en la ciudad atacada, Abe ha asegurado que su Gobierno continuará dando ayudando a los supervivientes de ese ataque nuclear.
«Haremos más esfuerzos para la consecución de un mundo sin armas nucleares», ha afirmado, al tiempo que ha prometido que propondrá una declaración a la Asamblea General de Naciones Unidas que abogue por la abolición de las armas nucleares, ha informado el diario nipón 'Asahi Shimbun'.
El primer ministro ha hecho hincapié en que el mundo conozca la naturaleza inhumana de las armas nucleares y para ello ha sugerido que líderes mundiales visiten Hiroshima y Nagasaki. Así, ha resaltado que su Ejecutivo va a tomar pasos «realistas y prácticos» sobre el asunto.
Asimismo, Abe ha asegurado que continuará ofreciendo asistencia médica y otro tipo de apoyo a las víctimas supervivientes de la explosión nuclear, cuya edad media supera los 80 años. En la actualidad, miles de personas afectadas siguen necesitando asistencia médica para tratar las consecuencias de la explosión atómica, según datos de Cruz Roja Japón, el pasado año 10.687 personas fueron tratados en sus hospitales en 2014.
Ceremonia para conmemorar el 70ª aniversario
Miles de personas se han reunido este jueves en Hiroshima para rezar, en las ceremonias que marcan el 70 aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica en el mundo.
El alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, ha aprovechado este acto para pedir la abolición de la armas nucleares y ha exigido la creación de sistemas de seguridad que no dependan del poder militar. «Trabajando con paciencia y perseverancia para lograr estos sistemas será vital, y requerirá que promovamos a través del mundo el camino a la paz verdadera revelado por el pacifismo de la Constitución japonesa», ha dicho en su discurso.
A las 08.15 horas (hora local), el momento exacto en que explotó la bomba el 6 de agosto de 1945, la multitud ha guardado un minuto de silencio bajo el fuerte calor del verano boreal, con el sonido de fondo de las cigarras y de la 'Campana de la Paz'.
El bombardeo sobre Hiroshima, que dejó 140.000 muertos, fue seguido por la explosión de otra bomba atómica en Nagasaki el 9 de agosto de 1945, que acabó con la vida de unas 40.000 personas de forma instantánea. La guerra concluyó el 15 de agosto.
Superviviventes de Hiroshima exigen a Abe que desista en su cambio de política de seguridad
Siete asociaciones de supervivientes de la bomba atómica de Hiroshima han reclamado al primer ministro nipón, Shinzo Abe, que dé marcha atrás en su intento de cambiar la política de seguridad que mantiene el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Los grupos de víctimas han aprovechado la conmemoración del 70º aniversario de la explosión de la bomba nuclear de Hiroshima para mantener un encuentro con el 'premier' nipón. Al término de la reunión, han criticado por considerarlo «inconstitucional» el proyecto de ley para cambiar la política de seguridad nipona, según ha informado la agencia de noticias Jiji.
«No debemos repetir nuestros errores y hacer de Japón un país donde los muertos por las bombas atómicas no puedan descansar en paz», ha afirmado Yukio Yoshioka, presidente de uno de los grupos de víctimas, conocidos como 'hibakusha' en Japón.
Por su parte, Abe ha defendido el proyecto de ley asegurando que servirá para prevenir futuros conflictos y contribuirá a mantener los esfuerzos de Japón de ser un país no belicista. Abe también ha afirmado que la nueva legislación mantendrá la paz para los japoneses.
Miles de personas se han reunido este jueves en Hiroshima para rezar, en las ceremonias que marcan el 70 aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica en el mundo y que ponen en evidencia las crecientes tensiones por los intentos de Japón de dejar atrás su Constitución pacifista.