Varios jóvenes lanzaron bengalas y dispararon perdigones contra los policías apostados a la puerta de un hotel de la cadena Barceló cerca de las Pirámides de Guiza, en el suroeste de El Cairo, sin causar víctimas, informaron fuentes de seguridad y del establecimiento.
Los agresores lanzaron bengalas tanto contra el Barceló Cairo Pyramids, también conocido como Tres Pirámides, en la calle Al Haram del distrito de Guiza, como contra los vehículos aparcados en la entrada.
El gerente del hotel, Sherif Mohamed, explicó que un grupo de entre diez y quince adolescentes llegaron corriendo por una calle trasera al hotel e intentaron «causar disturbios». Mohamed indicó que no cree que se trate de un ataque terrorista sino de vandalismo.
El ataque provocó destrozos en los cristales de la puerta de acceso al edificio y de un autobús, según las fuentes y el Ministerio del Interior.
En un autobús aparcado en la puerta se encontraban dos turistas árabe-israelíes, que no sufrieron heridas y que pertenecían a un grupo que en ese momento dejaba el hotel, agregó el responsable del Barceló Cairo Pyramids.
Cuando los agentes intentaron dispersar al grupo, un hombre disparó contra los uniformados, que persiguieron a continuación a los atacantes.
Las fuerzas de seguridad consiguieron detener a uno de ellos y están tratando de identificar al resto, agregó la nota de Interior, que en ningún momento habló de ataque terrorista.
Además, el ministerio explicó en un comunicado que quince personas se concentraron frente al hotel y lanzaron bengalas contra los policías desplegados en el lugar.
Por su parte, el director de ventas y márketing de los hoteles Barceló en Egipto, Yaser Fajeldín, dijo a las puertas del alojamiento que no cree que sea un «ataque planeado con anterioridad», ya que el grupo de «quince o veinte» personas también lanzó las bengalas «contra otros hoteles aquí cerca que están en construcción».
Por ello, Fajeldín se mostró confiado en que este suceso «no afectará mucho» al ya dañado turismo en Egipto.
«Sentimos que hay más seguridad que en el último periodo, así que animo a la gente a que empiece de nuevo a pensar en Egipto para apoyar el turismo», añadió.
En los aledaños del establecimiento, la vida había retomado su normalidad pocas horas después del ataque y, salvo por los cristales rotos de la entrada del edificio y un grupo de policías que salía del hotel, nada hacía pensar en el ataque.
Un turista argentino, Luis Manzano, señaló que en ningún momento se sintió inseguro.
«Nos han transmitido tranquilidad, que ha sido un hecho aislado y que no hay por qué temer; vamos a seguir con nuestro itinerario como si nada, disfrutando de este hermoso lugar», agregó Manzano.
El hotel, de cuatro estrellas, está ubicado cerca de las Pirámides de Guiza, una zona en la que ya no abundan los turistas como antaño debido a la caída de las visitas a Egipto a causa de la inestabilidad que sufre el país.
La cadena Barceló tiene dos hoteles en Egipto, el de El Cairo y uno en la ciudad turística de Sharm al Sheij, en el sur de la península del Sinaí.
Los ataques terroristas han aumentado en Egipto desde el golpe militar de julio de 2013 que derrocó al entonces presidente islamista Mohamed Mursi y tienen normalmente como blanco a las fuerzas de seguridad.
El único atentado registrado contra un objetivo turístico el año pasado fue el ocurrido en junio cerca del templo faraónico de Karnak, en la ciudad de Luxor, que caus la muerte de dos presuntos terroristas.
Ese mes, fallecieron además dos agentes de la Policía de Turismo y Antigüedades que se encontraban de servicio en un puesto de seguridad cerca de la zona arqueológica de las Pirámides de Guiza.