El hombre que se atrincheró tras su presunta implicación en el tiroteo en Dallas trasladó a los negociadores su malestar por las recientes muertes de personas afroamericanas a manos de la Policía y reconoció que «quería matar gente, especialmente policías blancos».
Así lo ha explicado ante la prensa el jefe de la Policía local, David Brown, quien ha ofrecido la última hora en torno a un tiroteo que ha atribuido a «francotiradores» y que ha concluido con cinco agentes muertos. Además, otras nueve personas resultaron heridas, siete de ellas policías.
Un hombre --identificado como Micah Johnson, de 25 años-- se atrincheró durante varias horas en un centro de formación profesional, donde terminó perdiendo la vida. Brown ha confirmado que este sospechoso falleció tras la explosión de un artefacto enviado por un robot de las fuerzas de seguridad.
Según estas primeras informaciones, Johnson, cuya raza no se ha dado a conocer y al que mató la policía, era residente en el área de Dallas, no cuenta con antecedentes penales y no está vinculado a grupos terroristas. Johnson vivía en Mesquite, un suburbio de Dallas.
Por ahora, son los únicos detalles que han trascendido sobre la identidad y motivos del principal sospechoso de esta nueva matanza en EEUU.
El ataque de Dallas se produjo cuando una manifestación, al igual que ocurría en otras grandes ciudades del país como Nueva York, Los Ángeles o Atlanta, protestaba en Dallas por los últimos incidentes de violencia policial con tintes racistas registrados en el país.
En concreto, la protesta se debía a la muerte de Alton Sterling, un hombre negro al que dos policías blancos dispararon el martes a quemarropa cuando lo tenían sometido en el suelo en Baton Rouge, en Luisiana, y del joven Philando Castile, muerto el miércoles en Falcon Heights, en Minesota, al dispararle un policía que le detuvo en su vehículo por una infracción de tráfico.
SOLO O CON CÓMPLICES
Brown ha explicado que, según la versión del sospechoso, «actuó solo» y «no formaba parte de ningún grupo». Fuentes oficiales consultadas por la agencia Reuters han apuntado que no existen indicios de la implicación de una organización internacional.
Las autoridades mantienen bajo custodia a tres personas por su presunta participación en el tiroteo, si bien tanto Brown como el alcalde de Dallas, Mike Rawlings, han evitado entrar en detalles sobre las circunstancias en que se han desarrollado los hechos a la espera de conocer más datos.