Las raciones alimentarias de 200.000 refugiados que se encuentran en Uganda pasarán a la mitad de lo habitual a partir de esta semana debido a la falta de financiación, anunciaron este miércoles los organismos humanitarios de la ONU que les prestan ayuda.
Las raciones que esa población de refugiados recibían ya eran consideradas de supervivencia.
«La escasa financiación, junto con el gran número de personas que llegan a Uganda desde Sudán del Sur desde principios de julio, no nos dejan otra alternativa que volver a establecer un nivel de prioridades para atender a los refugiados más necesitados», informó la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Entre ellos figuran los huérfanos, ancianos, los enfermos crónicos y aquellos que necesitan un tratamiento para la desnutrición, quienes continuarán recibiendo raciones completas.
Los refugiados que participan en un programa a través del cual se les entrega dinero en efectivo en lugar de raciones alimentarias también empezarán a recibir la mitad del importe establecido.
Desde la firma del acuerdo el 17 de agosto de 2015, ni la UA ni el Gobierno sursudanés han hecho nada para llevar ante la Justicia a los responsables de los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos durante los tres años de conflicto, que han ocasionado decenas de miles de muertos y más de dos millones de desplazados.
Durante los combates en Yuba, la población civil fue una vez objetivo de asesinatos, violaciones y agresiones tanto por parte de las fuerzas gubernamentales como de las fuerzas de la oposición.
Sudán del Sur vive un periodo de violencia política en el que se enfrentan las fuerzas del presidente Salva Kiir y del líder opositor, Riek Machar, que actualmente se encuentra en paradero desconocido y destituido de su cargo de vicepresidente del Gobierno de unidad.
Los combates entre unidades militares rivales ocurridos en la capital, Yuba, entre el 8 y el 11 de julio causaron al menos 300 muertos y provocaron el desplazamiento de decenas de miles de personas dentro del país y hacia Uganda y, en menor medida, Kenia.
«Nuestro mensaje a la comunidad internacional es que necesitamos su ayuda para cubrir las necesidades esenciales de estos refugiados hasta que puedan valerse por si mismos», indicó por su parte el Programa Mundial de Alimentos, el mayor brazo humanitario de la ONU.
Ambos organismos aseguraron que han hecho todo lo que estuvo a su alcance para no recortar las raciones, pero que tuvieron que hacerlo para que los escasos fondos con los que cuentan puedan durar más.
La financiación mínima requerida para este programa es de 7 millones de dólares mensuales.