Artificieros del FBI han detonado una mochila que contenía hasta cinco artefactos abandonada cerca de una estación de Nueva Jersey, si bien el alcalde, Chris Bollwage, ha descartado en principio un intento de atentado y ha señalado, en cambio, que alguien «intentó deshacerse» del material.
Dos hombres localizaron la mochila el domingo por la noche en el interior de una papelera. Alertaron a las autoridades después de constatar que en su interior había cables, ha explicado Bollwage a la cadena CNN.
Un equipo de artificieros del FBI se desplazó al lugar -junto a un bar- para comprobar la posible amenaza. «Los robots enviados para desarticular (el artefacto) cortaron un cable y explotó», ha añadido el alcalde, que ha confirmado la presencia de «otros artefactos» en el interior de la mochila.
Las autoridades han subrayado que no ha habido riesgo para la población y han descartado la presencia de más objetos sospechosos en las inmediaciones. Bollwage ha apuntado que la persona que arrojó la mochila a la papelera «probablemente quería deshacerse de ella».
El suceso de Nueva Jersey ha tenido lugar en medio de las investigaciones tras la explosión de un artefacto el sábado en Manhattan (Nueva York), que se saldó con 29 heridos. En la zona fue encontrado un segundo explosivo que no llegó a estallar.