La policía alemana informó este martes de la explosión este lunes por la noche de dos artefactos colocados ante una mezquita y un centro de congresos en Dresde (este de Alemania), sin que se registraran heridos, y apuntó a un ataque xenófobo.
«Los dos atentados tuvieron lugar al mismo tiempo. Aunque por el momento nadie ha asumido la autoría, debemos partir de una motivación xenófoba», manifestó en un comunicado el presidente de la Policía, Horst Kretzschmar.
Las fuerzas de seguridad relacionan estos ataques con la celebración este fin de semana en Dresde, capital del estado de Sajonia, de las festividades organizadas con motivo del Día de la Unidad, que se celebra el 3 de octubre.
Kretzschmar afirmó que la policía se encuentra en alerta y va a revisar el dispositivo de seguridad diseñado, evaluará de nuevo los posibles riesgos y aumentará si es necesario la vigilancia.
La explosión ante la mezquita tuvo lugar poco antes de las 20.00 horas GMT y en el lugar de los hechos los investigadores hallaron restos de un artefacto de fabricación casera.
Cuando se produjo la detonación se encontraban dentro de la mezquita el imán con su mujer y sus dos hijos y ninguno resultó herido, aunque la onda expansiva empujó la puerta hacia dentro.
Poco después, en torno a las 20.19 horas GMT, la policía de la ciudad recibió otro aviso sobre una segunda explosión, en esta ocasión ante el Centro Internacional de Congresos de Dresde.
Los agentes evacuaron el bar de un hotel adyacente mientras recogían pruebas y hallaron también en el lugar restos de un explosivo de fabricación casera.
Tras las dos explosiones, la dirección de la Policía de Dresde decidió, en coordinación con el consulado turco, proteger los establecimientos musulmanes de la ciudad, con lo que tanto las dos mezquitas de la ciudad como el Centro Islámico quedaron bajo vigilancia de las fuerzas de seguridad.