Los servicios secretos de la policía francesa detuvieron el pasado fin de semana a seis presuntos yihadistas en Estrasburgo y en Marsella, en unas operaciones reveladas por los medios de comunicación sobre las que va a pronunciarse el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.
En Estrasburgo (noreste) fueron arrestados cuatro hombres por la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI), sobre la base de una investigación abierta hace unos días por la Fiscalía antiterrorista.
Una operación que se llevó a cabo a menos de una semana de que se abra el mercado de Navidad de la capital alsaciana, el más famoso de toda Francia, que ya fue objeto de una tentativa de ataque terrorista en 2000.
«Le Parisien» precisó que estos cuatro hombres esperaban una entrega de armas e «iTélé» señaló que las fuerzas del orden requisaron varias armas.
Las fuerzas del orden actuaron en el barrio de la Meinau, donde en mayo de 2014 fue desmantelada otra célula yihadista que condujo a varias condenas, en particular una a nueve años de prisión para Karim Mohamed-Aggag, hermano de uno de los que atentaron contra la sala de conciertos del Bataclan en París el 13 de noviembre de 2015.
El Gobierno francés, empezando por su primer ministro, Manuel Valls, ha repetido en los últimos días el mensaje de que el país sigue bajo una elevada amenaza terrorista, y por eso se prolongará el estado de emergencia (en vigor desde la misma noche de ese 13 de noviembre de 2015) al menos hasta las elecciones presidenciales de la primavera de 2017.
Está previsto que esta misma mañana Cazeneuve haga una declaración para referirse a estas seis detenciones de personas sospechosas de terrorismo.