Una familia argentina ha llevado a cabo un proceso de clonación que ha terminado con el nacimiento de un cachorrito «genéticamente idéntico» al can fallecido.
El perro Antony, al cual clonaron, murió a los diecisiete años a causa de la vejez, y era considerado uno más de la familia.
La familia de Antony ha pagado entre 60.000 y 100.000 dólares para realizar la clonación. De ésta ha salido un precioso cachorrito llamado Antony II y es genéticamente «igual» a Antony.
El primer animal clonado de la historia fue la oveja Dolly. La hija de la oveja Dolly mostró signos de vejez prematuros con el paso de los años, pero esto ya no pasa, «la técnica se ha superado un 200%», dice el presidente del laboratorio Biocan Daniel Jacoby.