Las fuerzas gubernamentales sirias han izado este jueves su bandera en Duma, escenificando así la toma de control de la última localidad del enclave de Ghuta Oriental que seguía dominada por grupos rebeldes, todo ello en el marco de una ofensiva militar iniciada a mediados de febrero y que se vio marcada el 7 de abril por un ataque con supuestas armas químicas en esa ciudad.
La toma de Duma supone la confirmación definitiva de la victoria de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad en el que ha sido el último bastión de los rebeldes en la periferia de la capital del país. La localidad ha caído finalmente en el marco de una ofensiva que comenzaron las fuerzas leales a Al Assad a mediados de febrero contra este distrito, que ha pasado los últimos años bajo asedio de las fuerzas gubernamentales y que albergaba a unas 400.000 personas.
La ofensiva militar siria ha venido acompañada por un proceso de evacuaciones de rebeldes y civiles impulsado por Rusia mediante la imposición de una tregua de varias horas de duración cada día. Los grupos rebeldes han ido accediendo paulatinamente a cerrar acuerdos con Rusia para evacuar a sus combatientes y a los familiares de Ghuta Oriental.
El grupo rebelde Yaish al Islam acordó el domingo su salida de Duma horas después de un ataque con supuestas armas químicas que dejó a unas 70 personas muertas y que ha llevado a Estados Unidos a amenazar con atacar al régimen de Al Assad por considerarle responsable de esa ofensiva. El Gobierno sirio ha negado cualquier responsabilidad en ese ataque y Rusia ha dicho que se trata de un montaje de los rebeldes para acusar a las fuerzas de Damasco.
«El izado de la bandera en un edificio en la localidad de Duma ha puesto de manifiesto el dominio de esta localidad y, por tanto, de toda Ghuta Oriental», ha afirmado el general de División ruso Yuri Yevtushenko, el jefe del Centro para la Reconciliación y la Paz en Siria, dependiente del Ministerio de Defensa ruso.
En el marco del acuerdo alcanzado con los grupos rebeldes, la Policía Militar rusa se ha desplegado este jueves en Duma, según informa la agencia de noticias Sputnik. El pacto contempla que unas 40.000 personas, incluidos miles de combatientes rebeldes y sus familias, abandonen Duma para trasladarse a zonas bajo dominio opositor en el norte de Siria.
Un mando militar sirio destacado en un extremo de Ghuta Oriental ha dicho que la evacuación de rebeldes y civiles de Duma concluirá previsiblemente este jueves. Siete vehículos con banderas rusas y con policías militares permanecen en el puesto de control de Duma, mientras policías sirios y dos autobuses llenos de personas han salido con destino al norte del país, según un testigo de Reuters.
Por su parte, la televisión Orient TV, que apoya a los opositores, ha mostrado imágenes de un convoy de vehículos llegando a Al Bab, una localidad del norte de Siria controlada por grupos rebeldes apoyados por Turquía.
El miércoles, un destacado alto cargo de Irán, uno de los principales aliados junto con Rusia del régimen de Al Assad, visitó Ghuta Oriental y prometió apoyar a Siria frente a «cualquier agresión extranjera».
«Los enemigos de Siria están enfadados por sus avances militares frente a los grupos terroristas», aseguró Alí Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en declaraciones a la televisión estatal iraní durante su visita.
El Gobierno de Damasco ha negado cualquier vinculación con el ataque en Duma, al igual que Rusia, que ha asegurado que se trata de un montaje inventado por los rebeldes.
Estados Unidos ha atribuido la autoría del ataque al régimen de Al Assad y ha asegurado que pagará «muy caro» esa ofensiva. Trump avanzó el miércoles que su país atacaría con misiles «inteligentes» en Siria y reprochó a Rusia su apoyo a Al Assad, «un animal que asesina con gas».