El Papa ha pedido a la comunidad internacional que actúe con determinación y rapidez para evitar que se sigan produciendo naufragios en el Mediterráneo tras el rezo del Ángelus de este domingo.
Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico, Francisco ha instado a los responsables políticos a hacer frente a esta crisis «con decisión y presteza» para que «estas tragedias no se repitan y se garantice la seguridad, el respeto y la dignidad de todos».
El pontífice ha incidido en que durante las últimas semanas «han llegado las dramáticas noticias de naufragios de barcos llenos de inmigrantes en el Mediterráneo» al tiempo que ha mostrado su «dolor». Por ello, ha reflexionado sobre la cuestión migratoria -uno de los temas principales de su pontificado- y ha expresado su «recuerdo y oración» por las víctimas y sus familiares.
Ante cientos de fieles en la plaza de San Pedro, el Papa ha pedido a los católicos que se hagan cargo de «los sufrimientos y dificultades» de los demás «con una actitud de servicio y de compartir».
Francisco ha hecho estas consideraciones después de que la organización española no gubernamental que se ocupa del salvamento de migrantes en alta mar, Proactiva Open Arms, haya denunciado por omisión de socorro y homicidio imprudente al capitán de un mercante y a la Guardia Costera de Libia por un naufragio mortal del que responsabiliza también a Italia. El jugador de la NBA Marc Gasol formaba parte de la tripulación del barco que ha firmado la denuncia tras desembarcar esta mañana en el puerto de Palma.
El pasado seis de julio el Papa dedicó unas palabras en español a los socorristas españoles que rastrean el Mediterráneo para salvar la vida de los migrantes que viajan a la deriva, como el barco de salvamento Open Arms, al agradecerles que encarnen hoy «la parábola del Buen Samaritano».
«Gracias por encarnar hoy la parábola del Buen Samaritano, que se detuvo a salvar la vida de un hombre sin preguntarle cuál era su procedencia, sus motivos o sus documentos. Simplemente decidió hacerse cargo y salvarle», dijo Francisco en una misa en el Vaticano a la que asistieron refugiados y también algunos miembros de la tripulación Open Arms que se dedican a su asistencia.