La líder de Hong Kong, Carrie Lam, ha asegurado este martes que el proyecto de ley de extradición que ha provocado la mayor crisis política de la región en décadas «está muerto» y ha admitido que el trabajo del Gobierno en el proyecto ha sido un «fracaso total».
El proyecto de ley, que habría permitido enviar a personas de Hong Kong a China para que se enfrentaran a juicios, provocó enormes y violentas protestas callejeras y sumió a la excolonia británica en un caos.
A mediados de junio, Lam respondió a las enormes protestas suspendiendo el proyecto de ley, pero este martes ha asegurado que «aún siguen las dudas sobre la sinceridad del Gobierno o si el Gobierno reiniciará el proceso en el consejo legislativo».
«Así que, reitero aquí, no hay tal plan. El proyecto de ley está muerto», ha afirmado en una rueda de prensa.
Los estudiantes universitarios que han formado la mayor parte de los manifestantes han rechazado las declaraciones de Lam, diciendo que buscan la retirada completa del proyecto de ley.
«Lo que queremos es retirar completamente el proyecto de ley. Está jugando con sus palabras», ha afirmado Chan Wai Lam William, oficial general de la Unión de Estudiantes de la Universidad China de Hong Kong.
Los manifestantes también pidieron la dimisión de Lam, una investigación independiente sobre las acciones policiales contra los manifestantes y que el Gobierno abandone la descripción de una protesta violenta el 12 de junio como motín.
«No es algo sencillo que renuncie y yo misma tengo todavía la pasión y el compromiso de servir a la gente de Hong Kong», ha señalado al ser preguntada sobre las demandas de los manifestantes.
«Espero que la sociedad de Hong Kong pueda brindarme a mí y a mi equipo la oportunidad y el espacio para permitirnos utilizar nuestro estilo de Gobierno para responder a las demandas de la gente en la economía y en los medios», ha añadido.
Hong Kong pasó a formar parte de China en 1997 con la promesa de contar con un alto grado de autonomía, pero en los últimos años ha habido una creciente preocupación por la erosión de esas libertades a manos de Pekín.
La crisis por el proyecto de ley de extradición ha sido el mayor desafío al que Pekín se ha enfrentado desde que recuperó el control sobre Hong Kong.
El proyecto de ley provocó indignación en amplios sectores de la sociedad hongkonesa en medio de preocupaciones de que amenazaría el preciado estado de derecho que sustenta el estado financiero internacional de la ciudad.
La aparición de Lam este martes ha sido la primera desde hace una semana, después de que los manifestantes asaltaran el edificio legislativo en el corazón de la ciudad.