El Comité de Emergencia de la Organización Mundial para la Salud (OMS) ha anunciado este miércoles su decisión de declarar el brote de ébola en República Democrática del Congo (RDC) como una emergencia de salud pública internacional.
El organismo, que ha celebrado durante la jornada una reunión de emergencia a raíz del caso detectado recientemente en la ciudad de Goma, de dos millones de habitantes y ubicada cerca de la frontera con Uganda, ha emitido además una serie de recomendaciones.
El comité ha señalado tras su decisión que pedirá al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que proceda a emitir una declaración formal de emergencia internacional.
«Si bien no hay pruebas aún de una transmisión local del ébola en Goma, RDC o Uganda, estos eventos representan una preocupante expansión geográfica del virus», ha sostenido Tedros.
Tedros ha afirmado que la organización considera que «el riesgo de expansión del ébola en RDC y la región sigue siendo muy alto, mientras que el riesgo de expansión fuera de la región sigue siendo bajo».
Asimismo, ha recalcado que la organización «no recomienda ninguna restricción en los viajes y el comercio, lo que más que detener el ébola podría dañar la lucha (contra el virus)».
«Esas restricciones fuerzan a la gente a usar pasos fronterizos informales y no vigilados, lo que incrementa el potencial de expansión de la enfermedad», ha explicado Tedros.
En este sentido, la OMS ha recomendado además que «las autoridades nacionales trabajen con las aerolíneas y otras industrias de transporte y turismo para garantizar que no se exceden en el consejo de la OMS sobre el tráfico internacional».
«El comité no considera que los escáneres en los aeropuertos u otros puertos de entrada fuera de la región sean necesarios», ha manifestado, antes de agregar que «los países en riesgo deben trabajar urgentemente con los socios para mejorar su preparación».
AYUDA INTERNACIONAL
Así, ha destacado que los países vecinos de RDC «deben continuar supervisando los movimientos de población y los patrones sociológicos que pueden predecir el riesgo de expansión de la enfermedad».
«La comunicación sobre riesgos y la interacción con las comunidades, especialmente en los puntos de entrada, debe ser incrementadas», ha dicho, al tiempo que ha subrayado que «los países en riesgo deben aprobar los medicamentos y vacunas experimentales como una prioridad inmediata».
En el caso de RDC, ha destacado que el país debe «seguir fortaleciendo el trabajo de concienciación y preparación con las comunidades, supervisar los movimientos a través de las fronteras y a nivel interno, así como «fortalecer» la vigilancia.
El director ejecutivo de la OMS ha destacado además que el Gobierno de RDC «está mostrando una transparencia excepcional al compartir información cada día». «Están haciendo todo lo que pueden. Necesitan el apoyo de la comunidad internacional, incluido apoyo financiero», ha recalcado.
«Ahora es momento de que la comunidad internacional sea solidaria con la población de RDC, no de imponer restricciones punitivas y contraproducentes que sólo sirvan para aislar a RDC», ha argumentado.
«Es momento de que el mundo tome nota y redoblar nuestros esfuerzos. Necesitamos trabajar juntos en solidaridad con RDC para poner fin a este brote y construir un mejor sistema sanitario», ha dicho Tedros.
En esta línea, ha resaltado que «se ha hecho un trabajo extraordinario durante cerca de un año bajo las circunstancias más difíciles». «Le debemos a los trabajadores, no sólo de la OMS, sino también del Gobierno, los socios y la comunidad, asumir más carga», ha añadido.
«Esto es sobre madres, padres y niños, demasiado a menudo familias enteras son golpeadas. En el centro de esto están comunidades y tragedias individuales», ha recordado.
EL BROTE DE ÉBOLA «NO ESTÁ BAJO CONTROL»
Por su parte, la presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras (MSF), Joanne Liu, ha recalcado que «la epidemia no está bajo control» y ha agregado que es necesario «un cambio de marcha, de velocidad».
«Las señales son claras: la gente sigue muriendo en las comunidades, los trabajadores sanitarios continúan contagiándose y la transmisión no se detiene», ha manifestado, según un comunicado de la ONG.
En el mismo, Liu ha argüido que «este cambio (de marcha) no debe realizarse a costa de las restricciones de movimiento ni del uso de medidas coercitivas sobre la población afectada».
«Las comunidades y los pacientes deben estar en el centro de la respuesta, deben ser participantes activos de la misma. MSF ha sufrido de primera mano lo difícil que es responder a esta epidemia», ha recordado.
«Necesitamos hacer balance de lo que funciona y de lo que no. En un contexto donde el seguimiento de contactos no es plenamente efectivo y no se llega a todas las personas afectadas, requerimos un enfoque de mayor envergadura para la prevención de la epidemia, lo que significa un mayor acceso a la vacunación de la población para reducir la transmisión», ha remachado.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud congoleño, hasta la fecha se han detectado un total de 2.512 casos --2.418 confirmados y 94 probables-- y 1.676 muertes a causa del brote. Las autoridades confirmaron el domingo el primer caso en la ciudad de Goma.