«Debido al número sin precedentes de clientes británicos de Thomas Cook que actualmente se encuentran de vacaciones y que han resultado afectados por la situación, la Autoridad de Aviación Civil (CAA) ha asegurado una flota de aviones de todo el mundo para traer a los pasajeros de vuelta al Reino Unido», señaló la CAA en la nota.
Algunos de los pasajeros que se encuentran en «un pequeño número de destinos» podrían tener que tomar vuelos comerciales alternativos a los del programa implementado por la Autoridad de Aviación Civil.
También se advierte de que a causa de la «significativa magnitud de la situación» será «inevitable» que se produzcan algunas «alteraciones» y se pide a los clientes británicos en el extranjero que no viajen a los aeropuertos hasta tener sus vuelos de regreso al Reino Unido confirmados.
«Los clientes de Thomas Cook en el Reino Unido que tienen que viajar no deberían ir al aeropuerto pues todos los vuelos hacia el Reino Unido han sido cancelados», alertó la CAA.
Por su parte, el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, anunció que el Ejecutivo y la CAA dispondrán «docenas» de vuelos chárter para trasladar de manera gratuita a casa a los clientes afectados.
Ese titular, que consideró que el colapso del operador es una «noticia muy triste para los empleados y los turistas», dijo que el Ejecutivo también cubrirá los costes de alojamiento de los clientes que disfrutaban de paquetes vacacionales.
«Pero la tarea es enorme, se trata de la mayor operación de repatriación en la historia británica (desde la II Guerra Mundial)», apuntó Shapps, que alertó asimismo de que habrá «problemas y retrasos».