El presidente estadounidense, Donald Trump, tildó ayer de «operativo partidista» la investigación que ha abierto el Congreso a raíz de una queja interna presentada por un funcionario de la inteligencia de EEUU por una llamada con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski.
«Parece más y más que el llamado informante no es un informante en absoluto (...) ¿Un operativo partidista?», insinuó Trump, que en su comunicación con Zelenski le pidió que investigase a la familia del ex vicepresidente y aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, por presunta corrupción en Ucrania.
Esta llamada ha provocado que los demócratas hayan anunciado el inicio de una investigación para empezar un proceso de juicio político en el Congreso contra el mandatario.
El diario The New York Times reveló el jueves que el autor de la explosiva queja interna contra Trump es un agente de la CIA que trabajó «en algún momento» en la Casa Blanca, pero que ya ha regresado a la agencia.
Información de segunda mano
En uno de sus tuits de ayer, Trump criticó que «toda la información de segunda mano» del presunto agente de la CIA «resultó ser tan inexacta que puede que ni siquiera otro filtrador o espía» le enviase esa información, en referencia a la «más de media docena de oficiales del Gobierno» que el denunciante tuvo como fuente para redactar un texto en el que describe cómo la Casa Blanca trató de «bloquear» los registros de la conversación telefónica del pasado 25 de julio.
En su noticia, el rotativo neoyorquino no menciona el nombre del informante, pero considera que debe tratarse de un experimentado analista con conocimiento de la relación entre Washington y Kiev, ya que redactó con gran precisión su denuncia, de nueve páginas y hecha pública este jueves.
«En el desempeño de mis funciones –escribe el presunto agente de la CIA–, he recibido información de múltiples funcionarios del Gobierno que aseguran que el presidente de EEUU usó el poder que le confiere el cargo para solicitar la injerencia de otro país en las elecciones de 2020».
El informante remitió su queja a los servicios de espionaje de EEUU hace seis semanas, pero no se pudo publicar hasta ahora porque la información estaba clasificada, explicó el director en funciones de la Inteligencia Nacional, Joseph Maguire.