La reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) ha finalizado sin acuerdo tras dieciséis horas de negociación y el encuentro se repetirá este jueves en un nuevo intento por desbloquear un paquete de medidas económicas para responder a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.
Así lo ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en un mensaje que ha compartido en la red social Twitter. «Tras 16 horas de discusiones nos hemos acercado a un acuerdo pero no hemos llegado. Suspendo el Eurogrupo y continuaremos mañana, jueves», ha escrito. «Mi objetivo sigue siendo el mismo: una red fuerte para la UE contra los efectos del Covid-19 para proteger a trabajadores, empresas y países y comprometerse a un cuantioso plan de recuperación», ha añadido el portugués. En consecuencia, ha sido cancelada la rueda de prensa prevista para las 10.00 horas de la mañana.
La reunión se reanudará el jueves, justo el día en el que se cumple el plazo que los jefes de Estado y de Gobierno dieron a sus ministros para encontrar una respuesta fiscal común a los efectos de la pandemia sobre las economías europeas.
Los Estados miembros "tienen que estar a la altura de los desafíos excepcionales"
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha pedido también en Twitter que todos los Estados miembros estén «a la altura de los desafíos excepcionales» en la próxima cita para «conseguir un acuerdo ambicioso» en un mensaje que comparte con su colega alemán, Olaf Scholz. «En este difícil momento debemos estar juntos.
Por lo tanto, junto con Le Maire, pido a los países de la eurozona que no se nieguen a resolver las cuestiones complicadas y permitan un buen compromiso para los ciudadanos», ha expresado Scholz.
Como ya sucedió en aquella cumbre de líderes de hace dos semanas, la activación del fondo de rescates (el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE) y la emisión de deuda conjunta han sido los dos aspectos que han provocado la profunda división entre el norte y el sur de Europa.
Al encuentro llegó un paquete de medidas de emergencia que activarían medio billón de euros en préstamos a través del MEDE (240.000 millones), el Banco Europeo de Inversiones (200.000 millones) y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea (100.000 millones).
Roma piensa que el MEDE no es una herramienta adecuada
Sin embargo, Roma sigue pensando que el MEDE no es una herramienta adecuada para la situación porque las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) han evitado problemas de financiación en los mercados de deuda. Además, rechaza que las líneas de crédito preventivo de este instrumento estén en todo caso vinculadas a algún tipo de condicionalidad.
La posición italiana choca frontalmente con la de Países Bajos, que pretende que el MEDE sea la principal línea de defensa en la crisis y además quiere imponer algunas condiciones para acceder a los créditos del fondo de rescates.
Además del debate sobre el papel del MEDE, el norte y el sur del bloque mantienen su disputa sobre el diseño del plan de recuperación económica a medio plazo. España, Italia y Francia abogan por la puesta en marcha de un mecanismo que pueda financiarse en los mercados a través de deuda europea mutualizada, algo que rechazan Países Bajos, Alemania, Finlandia o Austria.