Vladimir Putin, ha ordenado este jueves suspender la ofensiva en la acería Azovstal, uno de los escasos puntos de resistencia que quedan en la ciudad ucraniana de Mariúpol.
«Considero inapropiada la orden de irrumpir en la zona industrial y ordeno que se cancele» ha manifestado durante una reunión con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, antes de argumentar que es necesario pensar en «salvar la vida y la salud de los soldados y oficiales», según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
Así, ha manifestado que «no hay necesidad de entrar en estas catacumbas e ir bajo tierra en instalaciones industriales», al tiempo que ha ofrecido a las fuerzas ucranianas que «entreguen las armas». «Rusia garantiza su vida y un tratamiento decente, en línea con las leyes internacionales», ha subrayado, antes de incidir en que la zona permanecerá bloqueada para que estas fuerzas no puedan escapar del lugar.
Por su parte, Shoigu ha señalado que alrededor de 2.000 integrantes de las fuerzas ucranianas se encuentran en la central metalúrgica, mientras que Putin ha incidido en que las operaciones para «liberar» Mariúpol «son un éxito». «Le felicito», ha trasladado el presidente a su ministro de Defensa.
Las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk anunciaron el martes el inicio de una ofensiva contra la acería Azovstal después de que Rusia afirmara que las fuerzas ucranianas se encontraban cercadas en las instalaciones. Tras ello, Moscú ofreció a las fuerzas ucranianas deponer las armas y entregarse, lo que ha sido rechazado por el comandante adjunto del Batallón Azov, un grupo armado neonazi integrado en las fuerzas de seguridad ucranianas que se encarga de la defensa de Azovstal, Sviatoslav Kalyna Palamar.
Por su parte, David Arajamia y Mijailo Podoliak, miembros de la delegación negociadora ucraniana, han mostrado en las últimas horas la disposición de Kiev a enviar un equipo negociador a la ciudad para mantener conversaciones con la parte rusa con el objetivo de evacuar civiles y personal militar de Mariúpol.
El vicealcalde de la ciudad, Sergei Orlov, alertó el miércoles en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC de que hay «muchos» civiles refugiados en la acería Azovstal. «Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación», denunció.