Ucrania ha acusado a Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU de haber colocado minas en los alrededores de la central hidroeléctrica y la presa de Kajovka, en la región ucraniana de Jersón. «Los terroristas rusos han minado la presa y los agregados de la central hidroeléctrica de Kajovka, cuya destrucción sometería a más de 80 asentamientos y a cientos de miles de personas a una rápida inundación», ha sostenido durante su intervención en el Consejo de Seguridad el representante permanente de Ucrania ante la ONU, Sergii Kislitsia.
Señala la necesidad de que se inicie una misión internacional de observación en la central, así como que regrese el personal ucraniano a la misma en aras de evitar «otro acto de terror», garantizando el «desminado inmediato». Con todo, Kislitsia ha instado a Naciones Unidas a incrementar sus servicios de asistencia y protección y a proporcionar a Ucrania equipos de generación de energía, dada la crisis energética que afronta el país tras los ataques rusos a infraestructuras críticas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió el jueves de que un ataque ruso a la presa de Kajovka sería equiparado al uso de armas de destrucción masiva, ya que podría llevarse por delante a más de 80 localidades, entre ellas Jersón. «En el caso de la destrucción de la represa Kajovka, el Canal del norte de Crimea simplemente desaparecerá. Y si Rusia está preparando tal ataque terrorista, si está considerando seriamente tal escenario, significa que los terroristas son muy conscientes de que no solo pueden controlar Jersón, sino también todo el sur de nuestro país, incluida Crimea», aseguró Zelenski en su discurso diario a la población del país. Por este motivo, hizo un llamamiento a la comunidad internacional a reaccionar preventivamente: «El principio de respuesta preventiva a las amenazas a la seguridad debe convertirse finalmente en uno de los principios básicos de la política internacional».