Las autoridades sanitarias de China han notificado este jueves el peor dato diario de contagios de coronavirus desde que estalló la pandemia de COVID-19, pese a que el Gobierno mantiene una estricta política de restricciones sociales para tratar de contener los brotes a medida que los va detectando. En concreto, el Ministerio de Sanidad ha informado de 29.754 nuevos positivos, por encima de los 28.973 detectados a mediados de abril, en pleno confinamiento de la megaurbe de Shanghái. Las cifras se han disparado de nuevo en las últimas semanas, según medios oficiales.
Las autoridades optan ahora por medidas un poco más dirigidas y no tan indiscriminadas, después de que aislamientos como los de Shanghái --de dos meses-- derivasen en conatos de protesta. Sin embargo, esto no ha evitado que se produzcan escenas de tensión como las registradas en los últimos días la principal planta de fabricación de iPhones de la compañía Apple, en Zhengzhou. En Pekín, las restricciones afectan a varios barrios, mientras que las autoridades han optado por reducir la movilidad social cerrando escuelas, parques o museos, entre otros lugares públicos.
El pasado día 11, el Ministerio de Sanidad actualizó también los protocolos en caso de contagio, con una reducción del periodo de cuarentena para los contactos de pacientes contagiados y una menor presión en materia de pruebas.