La Policía australiana ha informado este miércoles que acusó a un hombre de 38 años de zoofilia y otros delitos por producir cientos de vídeos con maltrato sexual de animales en el que puede ser el mayor escándalo de este tipo en el país oceánico. El hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, fue detenido la víspera cerca de la localidad rural de Taree (317 kilómetros al norte de Sídney), en un operativo en el que se rescató un perro supuestamente violado y se confiscó abundante material informático, según un comunicado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur.
Según ha recogido Efe, el acusado -conocido en las redes sociales y las aplicaciones de mensajería encriptada bajo el pseudónimo Beasty Boy ('Chico Bestia')- había compartido supuestamente material que mostraba abusos sexuales de diversos animales como gatos, ovejas, cabras, pollos y canguros muertos, agregó el comunicado. «Su presencia en Internet indica que hay mucho más de lo que hemos visto hasta ahora. En este momento hemos visto más de 500 vídeos», dijo hoy la comisaria Jayne Doherty, jefa de la brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Nueva Gales del Sur, en declaraciones recogida por el diario 'Sydney Morning Herald'.
Este pasado martes, la Policía de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia, lo acusó ante un tribunal de ocho cargos por actos de zoofilia, seis por la producción y cuatro por la distribución de material que muestra este tipo de agresiones sexuales contra animales y otros por poseer y solicitar pornografía vinculada a la violación de menores, entre otros. Su detención se produjo a raíz de una serie de registros policiales en la ciudad de Sídney realizados en febrero pasado contra los pederastas en internet, en el que apareció el usuario Beasty Boy.