Las autoridades han destapado un caso de suplantación de identidad y fraude en Italia, donde un exenfermero de 57 años ha estado cobrando la pensión de su madre, Graziella Dall'Oglio, tras su fallecimiento. El hijo se vestía todos los meses con peluca, maquillaje y ropa para recoger el dinero que le correspondía a su madre. Se estima que el individuo percibía alrededor de 50.000 euros anuales mediante esta práctica, manteniendo además el cadáver de su progenitora oculto en su vivienda.
La trama se desveló en un registro civil italiano, cuando el hombre acudió para renovar el carné de identidad de su madre. Una funcionaria municipal detectó anomalías en la persona que se presentó, cuya apariencia no coincidía con la fotografía de Graziella Dall'Oglio. Las sospechas se centraron en el cuello, la voz y las manos, que no correspondían a una mujer octogenaria.
Ante las evidencias, el hijo de la fallecida confesó el engaño a las autoridades, revelando su verdadera identidad. Posteriormente, los agentes policiales confirmaron la presencia del cadáver de la mujer, que se encontraba oculto en el domicilio familiar.
El cuerpo de Graziella Dall'Oglio será sometido a una autopsia para determinar con exactitud la fecha y las causas de su deceso, si bien las primeras indicaciones sugieren una muerte por causas naturales. Paralelamente, las autoridades consideran una evaluación psiquiátrica para el hijo con el fin de establecer su estado mental.
El estado mental de un delincuente