La intensa nevada caída durante la noche del domingo y las primeras horas de ayer causó numerosos problemas de circulación en el centro peninsular y bloqueó los accesos a Madrid durante varias horas, en las que se suprimieron varios trenes de alta velocidad y se cancelaron más de 300 vuelos.
El aeropuerto de Madrid amaneció cubierto de nieve y con dos pistas cerradas al tráfico, una situación que dejó a miles de pasajeros en tierra y que, a las 18.30 horas, había obligado a cancelar 314 vuelos de distintas compañías.
A lo largo de la mañana, la nieve, que se fue transformado en lluvia, permitió reabrir al tráfico todas las pistas del aeropuerto y de las 1.165 operaciones previstas para ayer, a las 18.30 horas se habían efectuado 463.
No obstante, las pantallas de información a los pasajeros señalaban retrasos de entre cinco y siete horas en algunos vuelos y las demoras afectaban a todas las compañías. La nevada también obligó a suspender, durante más de tres horas, el servicio de alta velocidad entre Madrid y las ciudades de Málaga, Sevilla y Barcelona.
Los que intentaron llegar a la capital por carretera tampoco lo tuvieron fácil. A primera hora de la mañana había dificultades circulatorias muy importantes en todos los accesos a la capital, sobre todo en la A-5, pero también en la M-40, la A-6, la A-4 y la M-607.
En el resto de España el panorama no fue mucho mejor. En alerta por nieve han estado La Rioja, Navarra, Burgos, León, Palencia, Soria, Huesca, Zaragoza, Teruel, Madrid, las cuatro provincias catalanas, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Lugo, Ourense y Asturias.
Los principales beneficiados han sido los niños, al menos en Castilla y León, donde más de 19.000 escolares de Primaria y Secundaria no pudieron acudir a la escuela.
Todas estas incidencias han motivado que el ministro de Fomento, José Blanco, haya presentado una solicitud de comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso para informar sobre el Plan de Vialidad Invernal y su aplicación en los temporales.