Los trabajadores del metro secundaron ayer totalmente la tercera jornada de huelga, que seguirá hoy y mañana con servicios mínimos, en contra de lo que ha ocurrido en los dos últimos días, para dar paso a una tregua durante el fin de semana y el lunes.
Nuevo caos urbano
La jornada, segunda consecutiva sin que un convoy saliera de las cocheras, discurrió como la anterior: estaciones y andenes vacíos, largas esperas en las paradas de autobús y taxis, resignación entre los dos millones de afectados y cuatro trabajadores heridos leves al intentar incorporarse a sus puestos.
Los empleados del metro votaron el mantenimiento de los paros, pero con el compromiso de respetar los servicios mínimos del cincuenta por ciento fijados por el Gobierno de Madrid.
Por su parte, Metro de Madrid presentó un escrito ante la Fiscalía General del Estado para poner en su conocimiento el comportamiento y actitudes de algunos representantes de los trabajadores durante la huelga, por si, dada «su gravedad y trascendencia», los mismos pudieran ser constitutivos de algún delito.
Según la estimación oficial, Metro ha dejado de ingresar en los dos días de huelga 6,4 millones de euros, una cantidad de dinero que se acerca a los ocho millones que el Gobierno regional de Esperanza Aguirre quiere recortar de la empresa pública con su proyecto de ley de Medidas Urgentes.
Aguirre denuncia que la huelga del metro es una «maniobra política» contra ella
Agencias | Madrid |