La tasa española de inflación armonizada -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- se situó en agosto en el 1,8%, una décima menos que en julio.
Así lo refleja el indicador adelantado del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) difundido hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, de coincidir con la inflación general (IPC), que se conocerá el 10 de septiembre, supondría también un aumento de una décima en la evolución de los precios de la cesta de la compra.
Según el INE, el dato de la inflación en agosto se explica sobre todo por la bajada de los precios de los carburantes y combustibles, y la subida de los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
En julio la inflación armonizada escaló cuatro décimas y se situó en el 1,9%, el registro más alto del indicador en año y medio.
La subida del precio de los carburantes hizo que el IPCA alcanzase una cota histórica del 5,3% en julio de 2008, pero a partir de ese mes los precios interanuales comenzaron a moderarse hasta llegar a registros negativos por primera vez en marzo de 2009, que se mantuvieron hasta octubre de ese año.
Registros positivos
Desde entonces, el IPCA ha tenido registros positivos hasta alcanzar su máximo el mes pasado, ya que la tasa anterior más alta fue del 2,4% en noviembre de 2008.
El dato definitivo del IPC general, que se conocerá el próximo 10 de septiembre, normalmente no suele variar en más de una o dos décimas del conocido hoy.
El INE elabora este indicador para incorporarlo al cálculo del índice adelantado del IPCA en toda la zona del euro y lo difunde Eurostat, con el objetivo de ofrecer datos equiparables a los que se elaboran en Estados Unidos.
El indicador adelantado se calcula utilizando la misma metodología que la que se emplea para el cálculo del IPC, con la salvedad de que para el primero se hace una estimación de los datos de los que aún no se dispone en el momento de la publicación.