El vencedor de las elecciones catalanas del domingo, Artur Mas, abrirá a partir de hoy una ronda de contactos con los demás cabezas de lista, para tender «puentes de diálogo» y explorar vías de colaboración de cara a la próxima legislatura. Tras la primera reunión de la comisión ejecutiva nacional de CiU después de las elecciones al Parlament, flanqueado por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, Mas quisieron mantener el «tono constructivo, positivo y dialogante» de su campaña y que se compromete a proyectar a lo largo de toda la legislatura.
Esta mano tendida al resto de formaciones políticas, a las que ofrecerá «colaborar» con el próximo Govern de CiU aportando ideas y propuestas, se traducirá de entrada en una ronda de contactos que Mas quiere abrir hoy mismo, empezando con el cabeza de lista socialista, José Montilla, o, en su defecto, quien designe el PSC. Posteriormente proseguirá sus contactos con el resto de líderes parlamentarios catalanes, en orden decreciente según los votos recibidos en las elecciones celebradas el domingo en Catalunya.
Austeridad económica
Tanto el portavoz de CiU como el secretario general de CDC confirmaron ayer que Convèrgencia i Unió gobernará en minoría y mediante pactos puntuales dentro del Parlament catalán. Asimismo, Josep Antoni Duran i Lleida anunció que el nuevo Gobierno catalán reducirá consejerías y suprimirá el impuesto de sucesiones como primeras medidas del nuevo Ejecutivo autonómico.
Duran i Lleida señaló que 62 escaños son suficientes para que su partido «gobierne en solitario» y no establezca «un pacto de gobierno estable», aunque admitió que, dado que no se ha conseguido la mayoría absoluta, «en algún momento se necesitarán acuerdos con una fuerza política y habrá que ver con cuál o con cuáles». Para el portavoz de CiU lo único «indiscutible» es que Artur Mas será el próximo presidente de la Generalitat de Catalunya, «ya veremos de qué manera y si a la primera o a la segunda».