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La clase de religión pierde más de medio millón de alumnos en una década

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Martínez Camino; el presidente, Rouco Varela; y el vicepresidente, Ricardo Blázquez. | Efe

| Madrid |

La demanda de religión católica en la educación básica ha caído en medio millón largo de alumnos en un decenio, 158.483 en Primaria y 344.668 en Secundaria Obligatoria (ESO), según se deduce de las estadísticas oficiales.

Los últimos datos de las comunidades autónomas publicados por el Ministerio de Educación indican que el 75,5 por ciento de los 2.665.161 estudiantes de Primaria y el 55,3 por ciento del 1.813.572 de ESO del curso 2008-2009 estaban inscritos en la asignatura.

El 23,8 por ciento de Primaria y el 41 por ciento de ESO no cursaban ninguna religión y eran menos del 1 por ciento los matriculados en otras confesiones. El 3,6 por ciento de ESO estudiaban Historia y Cultura de las Religiones.
La demanda de la clase de religión católica llega a ser menos de la mitad en los centros públicos de ESO que en los privados concertados.

LOE

Según los desarrollos de la Ley Orgánica de Educación (LOE), vigente desde 2006, quienes no elijan la materia confesional (católica, evangélica, islámica o judía), que es voluntaria, recibirán la «debida atención educativa» por los centros de enseñanza, que no puede implicar desventaja académica para los que cursen religión.

En ESO, aparte de estas posibilidades, se puede optar por la materia voluntaria y aconfesional Historia y Cultura de las Religiones.

El profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra Francisco Domingo recuerda que los acuerdos entre España y el Vaticano establecen que la asignatura debe ofrecerse en condiciones «equiparables» a las demás disciplinas fundamentales. Domingo se muestra cauto sobre las estadísticas oficiales, pero reconoce un «goteo» a la baja como expresión, en parte, de la «crisis de valores» y la «comodidad» de la sociedad.

Resalta un descenso del espíritu religioso y padres sin sentido cristiano y autoridad suficientes para matricular a los hijos en religión cuando éstos se resisten, especialmente los de más edad.

Además, lamenta las leyes que «debilitan de forma consciente» la institución matrimonial tradicional y la responsabilidad de los padres en la formación de los hijos.

La secretaria de la asociación de profesores de religión APPRECE, Emma González, lamenta que la religión confesional haya quedado «sin alternativa» en Bachillerato.

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