Muchos barones territoriales y dirigentes del PSOE son partidarios de adelantar el congreso federal del partido y elegir en ese escenario a su nuevo candidato para los comicios generales, en vez de recurrir a las primarias, pese al empeño de Zapatero por emplear esta fórmula. Tras la derrota del 22-M, el lehendakari, Patxi López, abrió el martes la caja de los truenos en el PSOE al comunicar que la Ejecutiva socialistas vasca acordó por unanimidad pedir un adelanto del congreso y a su postura se sumaron ayer otras federaciones y dirigentes.
Fue así a pesar de que Zapatero, jefe del Gobierno y secretario general de los socialistas, llamó por teléfono a López para transmitirle la necesidad de respetar la hoja de ruta, que pasa por elegir a su sucesor en unas primarias, cuyo calendario debería fijar el Comité Federal del sábado.
Zapatero ratificó luego ante los medios de comunicación su compromiso con las primarias frente a un congreso, aseguró que López comparte su opinión y consideró que esa es la fórmula «saludable». Pese a que dejó entrever que López estaba de acuerdo con las primarias, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, se encargó de dejar claro poco después que la opción del PSE es el congreso.
Reunión previa
Ante esta «rebelión», Zapatero y el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, han convocado a los secretarios regionales en Ferraz para el viernes, con el propósito de limar asperezas y aunar posiciones para el Comité Federal del día siguiente.
La idea es tratar de allanar el camino a la reunión del máximo órgano del PSOE entre congresos y llegar al sábado con una propuesta cerrada sobre el camino a seguir, a sabiendas de que sea cual sea el método que se elija el proceso tiene que hacerse lo más rápido posible para evitar ahondar en la división.
Los dirigentes socialistas que se han mostrado a favor de las primarias han sido el propio Zapatero, Carme Chacón, José Blanco, Leire Pajín, José Antonio Griñán, Marcelino Iglesias y Trinidad Jiménez. En contra se han expresado Patxi López, Guillermo Fernández Vara, Diego López Garrido, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Alfonso Guerra y Rafael Simancas. La mayoría de los dirigentes del PSOE, sin embargo, prefirieron no mostrar sus simpatías por una u otra opción.