El Juzgado Mercantil de Madrid número 6 ha declarado el concurso de acreedores de Clesa, propiedad de Nueva Rumasa, y ha apartado a la familia Ruiz-Mateos de la gestión por haber adoptado decisiones perjudiciales contra su patrimonio llegando a multiplicar por cuatro su pasivo de explotación.
Según figura en el auto que ha dictado hoy el juez Francisco Javier Martín, la administración social de Clesa, hasta ahora en manos de los Ruiz-Mateos, ha adoptado decisiones perjudiciales contra Clesa, ya que han incrementado cada año el importe del pasivo.
La situación financiera de Clesa se ha visto agravada por numerosas operaciones de afianzamiento a favor de empresas ajenas a ella y sin más vínculos entre ellas -salvo en los «escasos supuestos de participaciones directas mayoritarias- que los personales o familiares entre sus directivos, llegando a multiplicar por 4 su pasivo de explotación ordinario», según el auto.